La Casa Blanca anunció un plan de miles de millones de dólares para acabar con el hambre y la obesidad, con fecha meta de 2030, además de la ampliación de los beneficios mensuales que apoyan a los ciudadanos estadounidenses de bajos recursos a comprar alimentos. Este tipo de conferencias no se realizaban desde el Gobierno de Richard Nixon, donde se realizó la cumbre para “acabar con el hambre en Estados Unidos para siempre”, hace más de medio siglo.
Entre los compromisos del sector público y privado, que van desde hospitales hasta empresas de tecnología, el Gobierno Biden, hizo pública una lista en la que figuraban más de 8.000 millones de dólares en compromisos.
El mencionado plan incluye, la expansión del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria, fomentar el entendimiento del ciudadano sobre la información nutricional de los productos, incentivar la reducción del sodio y azúcar. Además de ampliar el acceso a comidas escolares gratuitas y saludables para 9 millones de niños más para 2032.
Estas medidas se dan frente las últimas estadísticas recogidas por el Gobierno estadounidense, donde se observa que, casi el 42% de los ciudadanos adultos norteamericanos son técnicamente obesos y que, alrededor del 10% de hogares estadounidenses sufren de inseguridad alimentaria.
