El domingo, Kamala Harris, la actual vicepresidenta, desafió al ex presidente Donald Trump, quien se ha negado a realizar acciones que ella ha llevado a cabo recientemente, como revelar un informe sobre su estado de salud, participar en una entrevista para 60 Minutes y aceptar un nuevo debate presidencial.
Durante un evento nocturno para votantes en Oaks, Pensilvania, el ex presidente Donald Trump había estado hablando durante cerca de 30 minutos cuando una emergencia médica en la audiencia interrumpió la sesión de preguntas y respuestas. Intentó retomar la conversación poco después, pero un segundo incidente médico interrumpió el evento de forma definitiva. En vez de buscar una renovación del programa político, Trump optó por lo que parecía ser una opción más placentera tanto para él como para los presentes: escuchar música. Solicitó a su equipo que pusieran su lista musical de campaña y, durante media hora, se quedó de pie en el escenario, moviéndose al compás de las canciones mientras la multitud se iba dispersando gradualmente.
Este martes, Kamala Harris expresó su preocupación por la salud mental de Donald Trump al decir: «Espero que esté bien». Sus comentarios surgieron tras el acortamiento de un evento electoral por parte de su rival, quien prefirió escuchar sus canciones favoritas en el escenario. Un portavoz del equipo de campaña demócrata observó y declaró que Trump parecía «perdido y confundido» sugiriendo no estar apto para la política de Estados Unidos.
En respuesta, Donald Trump, mencionó en un mensaje nocturno en su red social que asegura haber obtenido resultados «excepcionales» en dos pruebas cognitivas distintas. «Tengo bastante mejor salud que Clinton, Bush, Obama, Biden y, sobre todo, Kamala», afirmó el magnate.