El vocero de EsSalud, el doctor Gabriel Vidal Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Alberto Sabogal, señala la importancia de la prevención en salud para evitar la aparición de enfermedades, detectarlas tempranamente, detener su progreso o mitigar sus consecuencias. En esa línea, los profesionales llevan a cabo evaluaciones en personas asintomáticas y sin problemas de salud aparentes, mediante observación clínica, análisis del historial familiar y factores de riesgo, y exámenes especializados de ser necesario.
“La evaluación preventiva trata de detectar cualquier mal funcionamiento del organismo, con el fin de actuar oportunamente, evitando consecuencias irreparables o irreversibles. La gente suele calmar síntomas con medicamentos de farmacia, sin consultar a un profesional médico que evalúe su historial. En estos casos, la enfermedad avanza”, instruye el doctor Gabriel Vidal Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Alberto Sabogal.
El especialista señala que desde el nacimiento, las personas deben recibir controles médicos regulares para garantizar una adecuada adaptación al entorno. Asimismo, durante la infancia, deben realizarse controles semanales, mensuales y luego según el desarrollo del niño.
En la etapa de 5 a 14 años, las consultas pediátricas se llevan a cabo semestralmente o cada dos años para detectar signos tempranos de diversas condiciones, como alergias, asma, problemas óseos y de desarrollo psicomotor, así como el trastorno de depresión infantil.
Desde los 15 años hasta la adultez, se recomienda una evaluación con un médico general o internista cada 2 o 3 años.
“Estas consultas tienen como finalidad descubrir si el paciente padece de hipertensión, colesterol elevado o el inicio de algún cáncer. En la población femenina que llega a la edad reproductiva, las evaluaciones ginecológicas deben darse cada dos años y así evidenciar procesos infecciosos o de infertilidad. También a partir de los 35 o 40 años, se puede controlar laperimenopausia y en los varones, el crecimiento de la próstata”, aclara el experto.
Desde los 65 años, las evaluaciones con el geriatra o médico internista deben realizarse cada año, o con mayor frecuencia si se detecta alguna patología. En este grupo de personas se procura controlar la hipertensión, la diabetes, el deterioro cognitivo neurológico o detectar cáncer de cualquier tipo.
