Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que los ríos sudamericanos albergan al menos tres especies de anguilas eléctricas, no una sola como se creía hasta ahora. Una de ellas puede soltar descargas de hasta 860 voltios, las más altas registradas hasta ahora en el mundo animal. La sacudida de un solo ejemplar no mataría a un ser humano sano, pero un ataque en grupo sí podría acabar con la vida de alguien con el corazón débil. Estos resultados fueron publicados en «Nature Communications», y han sido obtenidos tras el análisis de 107 peces recolectados en Brasil, Guayana Francesa, Guyana y Surinam en los últimos años.
Las especies que han sido encontradas ha sido denominadas E. varii y E. voltai. El nombre de la última se le dio por tener la descarga más poderosa, rindiendo homenaje al físico italiano Alessando Volta, inventor de la batería eléctrica en 1799, basando su diseño, en la anguila eléctrica.
Estos peces crecen hasta dos metros y medio de largo, y son realmente llamativos. Otros grupos están estudiando la posibilidad de utilizar estos resultados para analizar las enzimas producidas por los órganos eléctricos de las anguilas y determinar si pueden ser utilizadas en los fármacos para trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer o como un modelo para desarrollar baterías para prótesis y sensores implantados en humanos.
Asimismo, si comparamos una descarga eléctrica de un toma corriente puede ser de 10 o 20 amperios. Si uno tiene la mala suerte de recibir una, es posible que no pueda sacar el dedo, en cuyo caso puede ser letal. Sin embargo, la anguila eléctrica no emite una corriente continua sino una corriente alterna (en pulsos), y su carga se agota después de una fuerte descarga. Su órgano eléctrico tarda un tiempo en recargarse. Aun así, un encuentro con un grupo de estos animales en el agua puede ser muy peligroso. El shock no mata a una persona sana, pero puede ser peligroso si se tiene un corazón débil. También puede contribuir a una caída o ahogamiento.
Y.O.C.
