Erdogan persigue a opositores hasta en el exterior

El Movimiento Hizmet aboga por los ideales de los derechos humanos, la igualdad de oportunidades, la democracia, la no violencia y la aceptación de la diversidad religiosa y cultural.

Ricardo Sánchez Serra

La persecución por parte del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan a sus opositores políticos continúa sin piedad, mientras el país se hunde en una grave crisis económica -enjuicia también a quien cuestiona las cifras oficiales- y ante la cercanía de las elecciones generales prevista para junio del presente año.

Para Erdoğan el enemigo número uno es una agrupación pacifista dedicada a la educación, propulsora de valores y de profundización espiritual, el Movimiento Hizmet -presente en más de 170 países-, dirigido por el erudito y predicador musulmán, Fethullah Gülen.

Fethullah Gülen es uno de los pensadores y predicadores musulmanes más importantes del mundo, conocido por su compromiso de décadas con la tolerancia interreligiosa y el altruismo. Ha sido reconocido reiteradamente como una de las figuras religiosas e intelectuales públicos más influyentes. Ha escrito más de 400 libros, muchos de ellos se encuentran traducidos en más de 33 idiomas.

El presidente turco acusa a Hizmet de orquestar un golpe de estado contra él en julio del año 2016 -en realidad fue un autogolpe- y persigue a los miembros en el país y en todo el orbe.

El 91 % de los integrantes del movimiento fueron arrestados en los primeros tres meses, 52 % detenidos en condiciones muy duras, 25 % casi sin comer y con baños deplorables. Un centenar de mujeres embarazadas fueron detenidas en terribles condiciones sanitarias.

Hoy más de 150 mil se encuentran enjuiciados y tres veces más de esa cifra van huyendo del aparato represor. La persecución es implacable y unos dos millones están con la espada de Damocles de juicios, porque el sistema judicial está recargado.

Erdoğan se apoderó de todas las propiedades de los miembros del movimiento: colegios, universidades, hospitales y negocios.

Despidió a miles de empleados públicos, policías, militares, más de cinco mil jueces, cerró 500 colegios y expulsó a sus maestros. Cientos de periodistas se encuentran presos y de acuerdo a un informe de Reporteros Sin Fronteras, 192 medios de comunicación fueron cerrados y 9.000 periodistas fueron despedidos en los últimos años.

De acuerdo a organizaciones de prensa y de derechos humanos, Turquía tiene el deshonor de ser la prisión más grande del mundo para los periodistas.

“Y seguiremos erradicándolos… no les daremos el derecho a la vida… Nuestra lucha continuará hasta el final. No los dejaremos heridos”, sentenció Erdoğan en un discurso.

Faruk Taban, rector de North American University, resaltó que su centro de estudios se encuentra entre los mejores de EE. UU. El 100 % de sus alumnos egresados consiguen trabajo rápidamente.

Toda una caza de brujas que parece no tener fin

Miles personas del pacífico movimiento gulenista salvaron sus vidas huyendo al exterior, pero muchos no están a salvo, debido a que Turquía los ha fichado en Interpol, solicitando su extradición como terroristas -como no le resulta están planeando otras acusaciones- o secuestrándolos.

El propio ministro turco, Bekir Bozdag, señaló que su servicio de inteligencia ha secuestrado a 80 ciudadanos turcos de 18 países, que no identificó, y que dichas acciones continuarán.

Se sabe que agentes de su servicio de inteligencia (MIT) ingresan a cualquier país buscando a pacíficos ciudadanos turcos –inclusive los arraigados muchos años atrás- y los secuestran, se los llevan a Turquía, en donde sufren los peores vejámenes y torturas. Los raptos sucedieron en Kósovo, Malasia, Myanmar, Moldavia, Turkmenistán, Ucrania, Gabón, entre otros estados. Fracasaron en Mongolia: los agentes habían dopado a un turco y en el trayecto al avión, la policía los interceptó.

El gobierno turco prometió 15 millones de dólares al exasesor de seguridad nacional de Donald Trump, teniente general Michael Flynn, para que secuestre a Gülen y lo lleve a una isla turca. El plan fue descubierto.

Varios países han rechazado la solicitud de la Turquía de Erdoğan de extraditar a los pacíficos turcos del Movimiento Hizmet, como Alemania, EE. UU., Gran Bretaña, Panamá, Brasil y, últimamente Suecia (diciembre) y el Perú (febrero), entre otros, por falta de pruebas, porque están protegidos por su estatus de refugiado y porque en Turquía se violan los derechos humanos, no hay garantía de un juicio justo y existen acusaciones de tortura.

Con estos antecedentes de que en Turquía no hay democracia, ni respeto a las libertades, el Perú debe rechazar el convenio de extradición solicitado por ese gobierno asiático, porque de no hacerlo está condenando a muerte a pacíficos ciudadanos.

Ante la persecución, Gülen dice que “debemos ser como personas que no tienen manos frente a aquellos que nos quieren pegar, personas que no tienen lengua frente a personas que nos quieren maldecir y perdonar todo aquello que se pueda perdonar”.

Ekrem Dumanli es uno de los periodistas más famosos, hoy en el exilio. Su búsqueda está en rojo y tiene pedido de extradición.

500 periodistas se encuentran encarcelados

Encontrándonos en la conferencia sobre Hizmet en Los Ángeles, divisamos al periodista Ekrem Dumanli, uno de los más famosos en Turquía. Él se desempeñaba como editor en jefe del periódico Zaman, el más importante e influyente de su país. Perseguido por Erdoğan presuntamente “por formar una banda para intentar tomar la soberanía del Estado”.

Fue arrestado en Turquía en diciembre de 2014, al igual que a otros periodistas, lo que motivó el pronunciamiento de Estados Unidos que llama la atención sobre las redadas contra medios de comunicación «abiertamente críticos del actual gobierno turco», advirtió a Turquía que no viole sus «propios fundamentos democráticos».

Asimismo, la Unión Europea señaló que los arrestos fueron «contrarios a los valores europeos e incompatible con la libertad de los medios”. Luego fue liberado por falta de pruebas.

Dumanli reside hoy en EE. UU., Desde 1993 se desempeñó como periodista, trabajó como taxista en Uber y hoy tiene un canal de Youtube, en donde desarrolla su profesión. Otros periodistas turcos están en igual situación para sobrevivir.

Dijo que más de 500 periodistas en su país están encarcelados. Como él hay 200 periodistas y escritores que viven en EE. UU. “A pesar de vivir pacíficamente Erdoğan nos considera un problema y no pierde el tiempo en solicitar extradiciones. Y me tiene presente siempre en sus discursos diciendo que tienen que capturarme”, manifestó.

Dumanli estuvo en Alemania cuatro años y cuando llegó a EE.UU. se produjo el autogolpe de Erdoğan, que canceló 40 mil pasaportes. entre ellos el de él y ya no pudo regresar a Alemania. Su pasaporte figuraba como “perdido”.

“En Turquía no existe libertad de expresión. Para que Turquía vuelva a la democracia debe existir presión de la Unión Europea y cambiar el actual gobierno turco totalmente”, afirmó Dumanli.

Sobre el Movimiento Hizmet señaló que es un ejemplo de cómo las personas pueden vivir pacíficamente, sin importar raza, religión y que demuestra que el Islam y la democracia pueden convivir.

Hizmet no es una secta

Igualmente nos reunimos con Jon Pahl, una eminencia intelectual, que es historiador, escritor, profesor de religiones, predicador e investigador y activista comunitario. Ha enseñado en las universidades de Valparaíso, Temple y Princeton, y desde el año 2000 en el Seminario Luterano de Filadelfia.

Entre sus numerosos libros figura: Fethullah Gülen: Una vida de Hizmet: por qué un erudito musulmán en Pensilvania es importante para el mundo y está terminando el libro “La Paz que crece”, en donde menciona a Gandhi, Gülen y Leymah Gbowee.   

Sobre Gülen, Pahl afirma que es un erudito musulmán y un visionario. “Un constructor de la paz como Gandhi y Martin Luther King. Tiene experiencia en la resistencia y cuando él y su movimiento es agredido, el movimiento crece… Él enseña a los individuos a confiar en sí mismos, confiando en Dios, confiando en los demás y aprendiendo de los errores. Ese es su rol, no es un CEO, es inspiración”, relató.

Agregó que “Hizmet no es una secta, él enseña desde el corazón del Islam. Viene de una rama que es la hanafi y sufi (lo más espiritual del Islam), de aplicación práctica, que para mi conocimiento representa el verdadero corazón del Islam”.

Jon Phal: El destino de los movimientos como el Hizmet que buscan la paz es ser perseguido, por lo que está en el camino correcto. “El nivel de dificultad te muestra la recompensa de tu trabajo”, decía Fethullah Gülen

¿Cómo se ve el futuro del Hizmet luego de la persecución? Se pregunta Pahl: “Una acción positiva y constante en tres direcciones: educación para eliminar la ignorancia, diálogo para curar la desunión y la violencia y generar riqueza social para resolver la pobreza. Plataformas que fueron de toda la vida de Gülen y del Movimiento Hizmet. Más de los mismo pero renovado y con los jóvenes”, aseveró.

Los movimientos pacíficos que quieren un cambio social -prosiguió- toman sus raíces de los jóvenes. Los movimientos de derechos civiles en EE. UU. fueron liderados por estudiantes de la universidad. Veo el futuro de Hizmet como algo esperanzador, porque el mundo necesita lo que el Hizmet está produciendo.

Aclaró que entre el movimiento y el partido AKP de Erdoğan nunca hubo una alianza. Hubo puntos de colaboración. Hubo mucha gente del Movimiento Hizmet que escuchó las promesas de democracia y le creyó. Estuvieron equivocados.

“El rompimiento de esa relación en 2013 fue cuando la corrupción en el Gobierno de Erdoğan fue denunciada, por la policía y jueces simpatizantes del Hizmet, que luego fueron despedidos por Erdoğan, que acusó a Hizmet de montar un aparato estatal paralelo en la política turca”, detalló.

No había nada coordinado -especificó- la gente estaba en donde debía estar, como cualquier profesional u oficio, trabajando en sus quehaceres. Para un hombre que tenía ambiciones de dictador desde el principio, esa es la razón de la ruptura.

Conversando con otros miembros del Movimiento Hizmet, ellos referían que luego de la salida de Erdoğan del poder, tomaría mucho tiempo en curar las heridas para que la agrupación trabaje normalmente, debido a que ese dictador ha sembrado mucho odio.

Las escuelas privadas fundadas por los miembros de Hizmet -así como las públicas administradas por ellos- se centran en la ciencia, las matemáticas, la literatura y la comprensión multicultural, y muchos de sus estudiantes han ganado importantes concursos internacionales de matemáticas y ciencias.

Locura de juicios en Turquía

En el colmo del absurdo se enjuició a un ingeniero forestal por demostrar el error de una cifra oficial que atribuía a un árbol tener 4112 años, cuando en realidad tenía 2000. Habían presentado al árbol como el más antiguo del mundo.

Un científico fue arrestado y enjuiciado por revelar las cantidades reales de sustancias cancerígenas vertidas en una zona industrial.

Se enjuició a un grupo de académicos, periodistas y analistas, que cuestionaron las cifras oficiales de la inflación. El ministro de Economía expresó que ya no daría las cifras porque “la economía no son únicamente números, sino el brillo de los ojos”.

A la Asociación Médica se le amenazó con clausurarla porque observaron la falta de transparencia en los estudios de una vacuna turca contra la Covid -19. Y se cuestionó a un ingeniero informático que había denunciado la manipulación de cifras de casos y muertes por Covid, que eran tres veces más que las oficiales.

Un misionero cristiano, fue expulsado de ese país por el ‘delito’ de evangelizar.

Esta semana fueron detenidas más de 100 personas por protestar contra el gobierno por su mala gestión frente a los terremotos.

El Hizmet da una importancia singular a la profundización espiritual “que se expresa en el trabajo social a través del entendimiento de que servir a los demás seres humanos es servir a Dios”.

Conferencia en la Universidad de California sobre el Hizmet

El Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad Estatal de California, Long Beach, organizó una conferencia sobre el Movimiento Hizmet (también conocido como Movimiento Gülen), inspirado en el Islam, titulado «El Movimiento Hizmet: Respuestas a los desafíos contemporáneos».

Más de 200 participantes de decenas de países se hicieron presentes al evento, que se centró principalmente en el estado del Movimiento Hizmet en Turquía y en todo el mundo. Cómo el Movimiento responde a los desafíos que plantean o exacerban las tendencias y eventos globales. Esto incluye el estatus y la dirección del Movimiento tanto a nivel transnacional como local.

Se realizaron conferencias sobre el Hizmet después del 2016, perspectivas del diálogo interreligioso, el voluntariado del Hizmet en África, entre otros temas de interés.

Gülen fue recibido en audiencia privada por el entonces Papa, hoy San Juan Pablo II. Propulsar la cooperación interreligiosa le ha valido el reconocimiento de los líderes cristianos y judíos. Tuvimos el honor de verlo por unos minutos en su casa de Pensilvania, transmitiendo una gran fuerza espiritual. Su filosofía de paz, la no violencia, es comparada a la de Martin Luther King y Mahatma Gandhi.

¿Qué es el Movimiento Hizmet”

Es un movimiento inspirado en la fe musulmana y propulsora de valores, pero que es abierto a todas las confesiones religiosas. Hizmet significa en turco “servicio”, por lo que la organización y sus miembros -como una práctica espiritual-, mediante ONG, escuelas, colegios, hospitales y agencias de socorro sirven a personas de todo el mundo.

Apareció en Turquía a fines de la década de los ´60, como una respuesta a la beligerancia y discriminación en la sociedad turca y hoy se ha extendido a todo el mundo. Fundado por Fethullah Gülen, es un movimiento pacífico y filantrópico comprometido con los ideales de vivir juntos en paz y servir a la humanidad, que prioriza la educación, el diálogo y la ayuda humanitaria en sus actividades.

Destacan sus valores fundamentales como el respeto a la persona y a sus derechos humanos y respeto del estado de derecho. Asimismo, su acción es pacífica y positiva, rechazando el uso de la violencia como herramienta política. Está comprometido con el empoderamiento de la mujer. Su accionar es ético y sus miembros cumplen con los principios de honestidad, confiabilidad, inofensividad y justicia.

Igualmente, respeta la diversidad y al pluralismo. La participación de sus miembros es voluntaria y altruista, enfatizando la internalización de los valores democráticos, la ciudadanía activa y la participación comunitaria, y respetan las opciones políticas de cada individuo. Se oponen a convertir la religión en una ideología política o a hacer de la religión una herramienta de la política. La educación es la clave para la solución de los principales problemas, informó la Alliance for Shared Values.

Entre otros principios, respetan el medio ambiente y tiene una visión holística hacia la humanidad.

Publicado asimismo en La Razón