Entrevista: “Nombrar un embajador político es inconveniente y menos en un organismo internacional”

El directivo que forma parte del CEN de la Federación de Periodistas del Perú con mas de 30 años de ejercicio periodístico afirma que Hay consenso que los embajadores “políticos”, que generalmente son amigos del presidente, apoyaron su campaña presidencial, fueron aliados electorales e igualmente, embajadores en retiro o personalidades de otras profesiones, no sean nombrados en los organismos multilaterales.

El Vicepresidente de la Federación de Periodistas del Perú, Ricardo Sánchez Serra, destacado hombre de prensa, especializado en temas internacionales fue entrevistado por el Portal de Noticias «Minuto Digital Perú». Aquí tenemos la entrevista:

Pocos periodistas peruanos tienen la experiencia y conocimiento de política internacional como Ricardo Sánchez Serra, Editor General de la Revista EMBAJADOR, Vicepresidente de la Federación de Periodistas del PERÚ, miembro de la Asociación de Prensa Extranjera y conferencista de reconocido prestigio. Conversamos no sólo de diplomacia entre los países, de la pandemia y del rol de nuestra Cancillería, sino también del duro batallar del periodismo en el Perú.

¿Cómo afecta la pandemia el desempeño de la actividad presencial en las representaciones diplomáticas acreditadas en el país? ¿Ahora podemos hablar de una diplomacia vía zoom?

Hay que señalar que el trabajo de las misiones diplomáticas ha sido heroico para repatriar a sus connacionales (unos 50 mil), y que si bien alguien podría señalar que era su trabajo, hubo mucho corazón, e incluso varios diplomáticos se contagiaron en el cumplimiento del deber. Hay que imaginarse cómo trajeron a sus compatriotas desde las provincias más remotas y hubo mucha solidaridad de los diplomáticos con turistas de otras nacionalidades.

Por lo que he podido conocer, muchos diplomáticos trabajan en forma remota y van a sus Embajada solo para hacer coordinaciones. La pandemia causada por el virus chino, sin duda afectará su labor, debido a que muchos logros se deben al trato personal, a la química presencial y ahora será todo a distancia, con el frío Zoom o Skype y tantas otras formas de comunicarse.

Si bien se aduce que el covid-19 vino para quedarse, no estoy tan seguro de que sea para siempre. Abrigo la esperanza de que vuelvan a mediano plazo el abrazo, la sonrisa cercana y las conversaciones privadas, que no se podrán dar en un Zoom, que creo no sea tan seguro.

¿Los cambios de gabinete no inciden tanto en la Cancillería o sientes que existe siempre el riesgo de tomar decisiones apresuradas, como parecía iba a desarrollarse en el tema Escazú?

La política exterior es una, la tradición se respeta. Los principios se cumplen. Hay matices en algunos temas por razones de realpolitik, o por personas que, es lógico no piensan monolíticamente. Cada canciller pone su sello, pero hay que recordar que es el presidente de la República quien conduce la política exterior. Se han visto pocos casos en que la Cancillería en pleno cierra filas y se opone a una decisión presidencial. Los diplomáticos son sus asesores en política exterior y son expertos en solución de conflictos. Eso es lo que estudian y se va alimentando con la experiencia.

El Acuerdo de Escazú no es conveniente por diversas razones. Si todos los actores tuvieran buena fe, habría que santificarlos, pero en la realidad no es así. Afecta la soberanía y el desarrollo del país. Pero los tiburones están al acecho, sean las potencias que pretenden declarar nuestros recursos como “bienes de la humanidad”, en un neocolonialismo, o los comunistas, cuya ideología ha fracasado en todo el mundo, se disfrazan ahora favoreciendo el aborto, destruyendo la familia o son ambientalistas, que son sus nuevas banderas, bajo el manto de partidos o de ONGs.

¿Cómo observas el desempeño de nuestra Misión ante la ONU? ¿Es positivo que se tenga un embajador político allí?

Nuestros representantes en las Naciones Unidas son personas de mucho prestigio, diplomáticos de carrera, de amplia trayectoria. Los últimos representantes permanentes fueron los ex cancilleres Gustavo Meza-Cuadra y Néstor Popolizio; asimismo, Javier Pérez de Cuéllar, Gonzalo Gutiérrez o Ricardo Luna y otros diplomáticos de prestigio; también el destacado internacionalista Francisco Tudela, todos imbuidos en el quehacer diplomático. La representación del Perú en la ONU, estuvo siempre en buenas manos, con personas muy inteligentes y capaces, con dominio de idiomas. Hay consenso que los embajadores “políticos”, que generalmente son amigos del presidente, apoyaron su campaña presidencial, fueron aliados electorales e igualmente, embajadores en retiro o personalidades de otras profesiones, no sean nombrados en los organismos multilaterales (con excepción de los diplomáticos jubilados), sino en algunas embajadas.

El mandatario tiene la potestad de nombrar un 20 % de embajadores políticos. En la gestión del presidente Vizcarra todos nuestros embajadores en el exterior son de carrera, lo cual es destacable. Pero, aunque sea su potestad, nombrar ahora a un embajador político, cuando le falta menos de un año para terminar su gestión, es inconveniente y menos en un organismo internacional, en donde también lamentablemente afectaría la carrera de los representantes recién nombrados, una falta de respeto a diplomáticos que no han culminado su misión.

Respetando a todas las profesiones, en anteriores administraciones hubo nombramientos penosos, que afectaron a diplomáticos de carrera, como el de una ginecóloga de embajadora en Francia, una banquera en Gran Bretaña, además de la frustrada designación de una decoradora en Argentina. Reitero que no es mi intención menoscabar a otras profesiones, sino que me opongo a que se afecte la carrera diplomática de un funcionario que no ha terminado su misión en el exterior.

En relación a tu liderazgo en el gremio periodístico, ¿Qué riesgos, peligros o limitaciones existen el trabajo diario para los profesionales del periodismo y qué se debe hacer frente a ello?

Soy nuevo en el cargo de vicepresidente de la Federación de Periodistas del Perú (FPP), en la gestión del destacado presidente Ángel Sánchez Dueñas, brillante defensor de los derechos de los periodistas y preocupado siempre de su bienestar. A él deben recaer todos los méritos. Hay que recordar que el periodismo es una de las profesiones más peligrosas del mundo, en donde han muerto muchos cumpliendo su deber. No hay una libertad de opinión plena, que si la tienen los propietarios de los medios, en primer lugar. No existe seguridad laboral, por eso los periodistas parecemos nómadas. El Gobierno presiona a los medios, limitando la libertad de expresión, y algunos abdican a sus principios. Con la pandemia, hemos visto la fragilidad de la labor periodística, tanto en la precariedad del medio, especialmente en provincias, en donde cerraron; así como en el riesgo a su salud y los despidos. Tenemos muchos mártires que se contagiaron del virus chino y fallecieron. Otros, siendo vulnerables y desamparados económicamente, ni siquiera recibieron el bono estatal. La gloriosa FPP está luchando por los derechos de los periodistas en todo momento y siempre batalla por la irrestricta libertad de expresión.

Nota de Redacción: Ricardo Sánchez Serra está en twitter como @sanchezserra