Después de 15 años Wanja Mwaura y Patrick Wanjiru se reencontraron de causalidad, ambos fueron amigos cuando eran niños y estudiaban en el colegio. A principios de octubre, se dio el inesperado encuentro.
Wanja Mwaura, de 32 años, estaba camino a un mercado llamado Lower Kabaete, no muy lejos de Nairobi, cuando de un momento a otro escuchó que alguien la llamaba.
Wanja en ese momento levantó la mirada y se asombró al ver a un hombre sentado con los ojos salidos, en una deplorable condición esquelética y un gorro grueso lleno de manchas.
Sin embargo, más fue el asombro cuando Patrick Wanjiru «Hinga “se presentó, Wanja no podía creer que tenía al frente a su amigo de la infancia que conocía hace siete años; lamentablemente el joven se había convertido en un adicto a la heroína y su amiga no dudó en brindarle su ayuda.
Después de una larga conversación, Mwaura le dejó su número de celular y al pasar un tiempo «Hinga “, la llamó y le dijo que estaba decidido a dejar las drogas, en ese momento ella a través de las redes sociales pidió ayuda para reunir fondos para la rehabilitación porque el tratamiento es caro.
Una vez ya rehabilitado y totalmente limpio de las drogas Patrick dijo que, «Wanja es un ángel caído del cielo. Le debo mi vida. Me ha apoyado más que un hermano o hermana», asegura a la BBC.
F.G.H