La región de Junín se encuentra en estado de emergencia tras sufrir el embate de las intensas lluvias, que han provocado deslizamientos de tierra y huaicos, generando una situación crítica para sus habitantes. Desde el pasado 22 de enero hasta el 26 de febrero, el departamento ha sido azotado por una serie de eventos naturales devastadores, dejando a su paso un rastro de destrucción y desapariciones.
Seis viviendas han colapsado en los sectores Cinco de Pilcomayo y Viso Bajo de Huamancaca Chico, mientras que decenas de familias han quedado incomunicadas debido al deterioro de la infraestructura vial y la caída de puentes. Las autoridades locales han emitido alertas y han movilizado recursos para brindar asistencia a los afectados, pero la magnitud del desastre requiere una respuesta urgente.
La desaparición de cuatro personas, incluido un trabajador de una empresa contratista y un padre con sus dos hijos, ha aumentado la preocupación y la angustia en la región. Las labores de búsqueda y rescate continúan, con más de 40 personas involucradas en la operación.
La devastación causada por las precipitaciones ha dejado un saldo trágico, con pérdidas humanas, daños materiales y una sensación de desamparo entre las comunidades afectadas.