La crisis migratoria en España sumó una nueva tragedia el miércoles 28 de mayo, cuando una embarcación con más de un centenar de migrantes volcó a escasos metros del muelle de La Restinga, en la isla de El Hierro. El accidente dejó un saldo de siete fallecidos: cuatro mujeres adultas, dos adolescentes de 16 años y una niña de cinco años.
El vuelco ocurrió en el momento del desembarco, cuando la embarcación se inclinó debido a la concentración de ocupantes en un solo lado. Según Salvamento Marítimo, este es uno de los momentos más críticos del rescate, ya que los migrantes llegan agotados tras días de navegación en condiciones extremas.
Los equipos de emergencia atendieron a varios menores en estado grave. Un niño de tres años y una niña de cinco fueron trasladados al Hospital de La Candelaria en Tenerife, mientras que otros cuatro menores con dificultad respiratoria fueron ingresados en el hospital de El Hierro. La isla, parte del archipiélago canario, sigue siendo uno de los puntos más sensibles de llegada de migrantes por mar.
Alexis Ramos, portavoz de Cruz Roja en El Hierro, informó que la embarcación transportaba al menos un centenar de personas, aunque la cifra real podría ser mayor, ya que muchos de estos viajes se realizan sin registros ni condiciones mínimas de seguridad. La tragedia pone nuevamente en evidencia la crisis humanitaria en las rutas migratorias que se dirigen a Europa.
La peligrosa ruta atlántica
España, junto con Italia y Grecia, sigue siendo una de las principales puertas de entrada a Europa para la inmigración irregular. En 2024, se registró un récord de llegadas con más de 46.800 migrantes, aunque el flujo ha disminuido en lo que va de 2025. Hasta mediados de mayo, se contabilizaron 10.882 arribos, lo que representa una caída del 34,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la crisis persiste: la organización Caminando Fronteras estima que al menos 10.457 personas murieron o desaparecieron en su intento de alcanzar costas españolas durante 2024.












