En relación con los trágicos acontecimientos en la entidad penitenciaria de Yelenovka quisiéramos llamar la atención de la prensa y del público peruanos a lo siguiente.
La masacre de prisioneros de guerra ucranianos en la noche del 29 de julio de 2022 se produjo debido al bombardeo de un centro de detención preventiva en esta localidad de la República Popular de Donetsk (RPD) por parte de las fuerzas armadas de Ucrania que utilizaron sistemas estadounidenses de lanzamisiles múltiple HIMARS.
El Ministerio de Defensa ruso y las autoridades de la RPD fueron los primeros en informar sobre lo ocurrido y presentar pruebas materiales: fragmentos de municiones HIMARS estadounidenses, en las que se conservaron partes de sus números. Después de eso, comenzó a divulgar sus “versiones” la parte ucraniana. En aras de realizar una investigación imparcial del crimen la Federación de Rusia invitó oficialmente a expertos de la ONU y del Comité Internacional de la Cruz Roja.
A toda persona le parecería inverosímil y descabellado que las autoridades de Kiev eliminen a sus propios ciudadanos. Sin embargo, si vemos los antecedentes de la situación actual en Ucrania, no parecerá que no tenga ni pies ni cabeza.
El nacionalismo ucraniano tenía manifestaciones extremas todavía durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los combatientes de formaciones armadas bien conocidas – la Organización de Nacionalistas Ucranianos y el Ejército Insurgente Ucraniano – aniquilaban a sus compatriotas en Babiy Yar (fueron fusilados 100-150 mil civiles), organizaron la Masacre de Volyn (murieron más de 100 mil personas), desataron limpiezas étnicas en Lvov (fallecieron más de 100 mil personas). Para colmo, se instaló la unidad militar ucraniana “Galicia SS” que participó en las operaciones punitivas más brutales contra la población civil. Asesinaron cruelmente a judíos, polacos, rusos e incluso los propios ucranianos que apoyaban al régimen soviético. Hoy son elevados al rango de héroes nacionales, y los dirigentes de Ucrania utilizan su ideología, símbolos y métodos de represalia contra los disidentes.
Desde hace 8 años las autoridades de Kiev desataron una guerra de exterminio contra su población en Donbass, la cual causó la muerte de 150 niños, a quienes está dedicado el monumento “Alameda de los Ángeles” en Donetsk. Actualmente, no es ningún secreto que las autoridades ucranianas utilizan a la población civil como escudo humano, intentan intimidar a sus ciudadanos de todas las formas posibles, cometiendo atentados terroristas contra el personal de las administraciones civiles y la población (por ejemplo, en Kramatorsk), iniciando persecución judicial por la adquisición de la ciudadanía rusa, obstaculizando el tránsito de personas hacia los territorios controlados por Rusia.
Es obvio que el crimen en Yelenovka se cometió para detener la rendición masiva de soldados ucranianos, así como para eliminar a los prisioneros de guerra, incluso del batallón Azov, que participaron en acciones militares en Mariupol y testificaron contra Kiev. Esperamos que se establezca la verdad, que los culpables sean castigados.
