El telescopio espacial James Webb es una cámara térmica gigante que nos muestra el cosmos

El telescopio espacial James Webb tardó más de dos décadas en desarrollarse, a un costo de alrededor de 10 mil millones de dólares.

Los científicos están entusiasmados con la próxima entrega de las primeras imágenes en color del Telescopio Espacial James Webb, el telescopio espacial infrarrojo más grande y poderoso.

Los científicos están entusiasmados con la próxima entrega de las primeras imágenes en color del Telescopio Espacial James Webb, el telescopio espacial infrarrojo más grande y poderoso, programada para julio.

«[Las imágenes] seguramente fascinarán tanto a los astrónomos y como al público», dijo Klaus Pontoppidan, astrónomo del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Estados Unidos.

El telescopio espacial James Webb tardó más de dos décadas en desarrollarse, a un costo de alrededor de 10 mil millones de dólares, y las primeras imágenes deberían demostrar todo el trabajo, el tiempo y el presupuesto invertido.

El telescopio espacial James Webb se lanzó en diciembre de 2021 como parte de un proyecto de colaboración entre la NASA, la agencia espacial estadounidense y las agencias espaciales europea y canadiense.

El dispositivo utiliza tecnología infrarroja para permitir a los científicos observar el espacio. De esta forma, los astrónomos quieren ver galaxias y estrellas distantes y comprender cómo se forman.

También esperan que el telescopio les permita aprender más sobre los exoplanetas, que orbitan estrellas distintas a nuestro sol, y buscar signos de vida.

¿Qué es la tecnología infrarroja?

Al igual que la luz visible, que podemos ver con nuestros ojos, el infrarrojo es una forma de radiación electromagnética. La radiación electromagnética tiene diferentes longitudes de onda en todo el espectro que incluye microondas, infrarrojos, luz visible, ultravioleta, rayos X y rayos gamma.

La radiación infrarroja en sí misma es una gran parte del espectro electromagnético y se divide en infrarrojo cercano, infrarrojo medio e infrarrojo lejano. Si ha visto películas como «Predator», la serie documental «Planet Earth» o la actuación de Thirty Seconds to Mars en los MTV Video Music Awards 2017, estará familiarizado con el infrarrojo y algunos de sus usos. Todos los ejemplos anteriores utilizan una cámara térmica que captura la luz infrarroja.

Las cámaras térmicas también se utilizan en los aeropuertos para medir la temperatura corporal, que aumenta cuando se tiene fiebre, como ocurre con el SARS-CoV-2.

Además, algunas serpientes, como las víboras, las pitones y las boas, tienen órganos especiales de «fosa» que también pueden detectar la radiación infrarroja, o el calor corporal, de sus presas.

¿Por qué usa infrarrojos el telescopio espacial James Webb?

Los astrónomos necesitaban radiación infrarroja para ver las primeras estrellas y galaxias. Los infrarrojos nos permiten ver nubes de polvo que pueden obstruir nuestra visión.

Las nubes de polvo son el lugar de nacimiento de las estrellas y los planetas, y poder ver a través de ellas nos ayudará a comprender mejor cómo se forman estas estrellas y planetas. El telescopio espacial James Webb tiene un espejo gigante para capturar la luz de estrellas y planetas distantes.

Este espejo es seis veces más grande que el utilizado en su predecesor, el Telescopio Espacial Hubble. El telescopio espacial James Webb puede ver objetos de 10 a 100 veces más oscuros que el telescopio Hubble y captura imágenes infrarrojas más precisas y detalladas que cualquier telescopio anterior de este tipo.

Una nueva era infrarroja

El infrarrojo fue descubierto en 1800 por el astrónomo británico William Herschel, uno de los principales astrónomos detrás del descubrimiento de Urano.

Herschel usó un prisma y un termómetro para medir cómo los diferentes colores de luz afectan la temperatura y descubrió que el mayor aumento de temperatura ocurre en una región conocida como región infrarroja.

En 1878, la invención del bolómetro, un dispositivo de medición de infrarrojos, se utilizó en forma actualizada en el Observatorio Espacial Herschel hasta 2013. Los detectores de infrarrojos continuaron mejorando la sensibilidad y la precisión, lo que permite a los científicos detectar la radiación infrarroja de planetas como Júpiter y Saturno.

El telescopio espacial James Webb ahora se sumará a esta rica historia al mirar hacia atrás en el tiempo y con detalles sin precedentes. Si tenemos suerte, esto revelará cómo era el universo unos cientos de millones de años después del Big Bang.