La búsqueda de una satisfacción es lo que muchos expertos creen que separa una adicción de un comportamiento obsesivo compulsivo, aunque ambos son muy parecidos. Las personas que sufren de este vicio, buscan una ganancia en corto plazo, incluso si esta es mínima que la pérdida en el largo plazo.
En cambio, quienes padecen un desorden compulsivo ejercen un comportamiento que no les brinda ningún placer, de esta manera lo explican científicos a cargo del tema. La pregunta cae por sí sola, si todos buscamos placer, entonces, ¿en qué se puede diferenciar la búsqueda de placer y una adicción?
La psicóloga Harriet Garrod cree que un comportamiento se vuelve en un vicio cuando alcanza un nivel de profundidad tal que provoca un daño en el individuo y quienes lo rodean. La adicción a la comida y a las apuestas fueron reconocidas como contextos diagnosticables, mientras que el vicio al sexo no, porque ambas han estado en la conciencia del ser humano.
La ciencia aún no se pone de acuerdo en este tema, algunos aseguran que es un vicio similar a las drogas y otros que lo asimilan con una simple necesidad. Lo cierto es que sigue aumentando la duda por estas diferencias, que por el bien social se llegué a determinar.
S.H.C