Stephane Bancel, consejero delegado de la farmacéutica estadounidense Moderna, anunció ante el Foro Económico Mundial una proyección de la compañía para otoño de 2023. Esta es la creación de una vacuna de refuerzo que lucharía a la vez contra el COVID-19, la influenza y el RSV, un virus respiratorio común.
Según Bancel, el propósito de esta combinación sería la protección frente a las olas infecciosas que son frecuentes en invierno sin la necesidad de tener que aplicarse múltiples inyecciones. Señaló: “Se trataría de una dosis de refuerzo anual para que las personas eviten tener que inocularse dos o tres veces en invierno”, agregando que “el mejor de los casos sería el otoño de 2023”.
Para septiembre de 2021, Bancel comunicó a los inversionistas el proyecto de Moderna que consistiría en la combinación de una vacuna de ARNm para COVID-19, una vacuna para la influenza y posiblemente una dosis para tratar el RSV (virus respiratorio sincitial). Sin embargo, para diciembre gran parte de los inversionistas vendió sus acciones de Moderna al recibir la noticia de un ensayo en etapa inicial, donde en personas mayores los niveles de anticuerpos no eran tan sólidos y comparables a vacunas ya existentes como la de Sanofi.
A pesar de todo, recordó a la audiencia en el Foro de Davos que Moderna trabajó desde noviembre para la obtención de una vacuna contra la variante omicron. Debido a ello, actualmente las investigaciones se encuentran en fase tres. Asimismo, indicó que:”Los laboratorios finalizaran ese trabajo en las próximas semanas y compartirán los resultados con las autoridades reguladoras”.
No faltaron los comentarios similares a los del principal asesor de Salud del Gobierno de EE. UU., Anthony Fauci quienes resaltan la urgencia de crear una vacuna universal que pueda servir contra cualquier evolución del SARS-CoV-2.
