El miércoles, el renombrado autor peruano, Mario Vargas Llosa, sacudió el mundo de la literatura al revelar su decisión de retirarse de la escritura. Con una carrera que abarca más de seis décadas y una obra que ha dejado una huella imborrable en la literatura contemporánea, Vargas Llosa anunció esta decisión a través de una nota dentro de su última obra, «Le dedico mi silencio». Esta novela, que llegará a las librerías el próximo 26 de octubre, junto con un ensayo sobre Jean-Paul Sartre en el que está trabajando, serán las últimas creaciones del autor peruano, según la agencia de noticias.
La noticia ha generado diversas reacciones en el ámbito literario. Enrique Sánchez Hernani, periodista y poeta, expresó su escepticismo al respecto: «No creo que sea una treta publicitaria. A estas alturas, no la necesita. Pero hay que esperar que lo diga él mismo y que no sea solo un trascendido».
El escritor español Juan Manuel Roca elogió la contribución de Vargas Llosa a la literatura contemporánea: «Vargas Llosa es uno de los grandes pilares de la literatura contemporánea. Su narrativa siempre ha sido profunda, provocadora y lúcida. Su legado perdurará por generaciones».
Sin embargo, no todos interpretan de manera literal el anuncio del retiro. Domingo de Ramos, poeta del grupo Kloaka, sugiere que no cree que Vargas Llosa se retire por completo: «El escribir es una actitud ante la vida, y él [Vargas Llosa] es un animal de escritura».
La novelista mexicana Laura Esquivel compartió su admiración en Twitter: «El retiro de Mario Vargas Llosa marca el fin de una era. Sus palabras han sido un faro de inspiración para mí y para tantos otros. Gracias por tu inmenso legado».
Este anuncio marca el cierre de una extraordinaria trayectoria literaria, dejando un vacío en la escena literaria internacional.
