EL PODER DE LA MOTIVACIÓN

Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo

Periodista: Reg. N°. -4654-

Cuando vemos a una persona desanimada, aburrida, o con poco entusiasmo, es común que se diga: “Esa persona está desmotivada”.

La realidad es que la desmotivación no existe, es una utopía pensar que existan acciones sin motivos. El maestro Carl Gustav Jung establece uno de los principios más importantes en la conducta humana al decir que: “Toda acción corresponde a un motivo”.

No hay acciones sin motivo. Toda persona tiene que tener un impulsor para hacer cualquier cosa en la vida. Se tienen motivos para estar alegre y también para sentirnos apesadumbrados; se tienen motivos para ser una persona optimista y también para ser pesimista.

Los motivos, son la parte nuclear de la voluntad; y esa voluntad es la parte central de donde realmente generamos toda esa energía que se convierte en acción. En algunas empresas se ha preguntado al director general: ¿Oiga, tienen algún concurso especial para premiar la jeta más fea del día? porque parece ser que todo el personal está concursando para quién maltrata más a sus visitantes” Seguramente que esas personas tienen motivos para tener mal humor, para no atender a la gente ¿Sabe usted ¿cuál es el día en que una persona, en una empresa, está más motivada? Seguramente está usted pensando en el día de pago, o tal vez el día viernes…

Pues no, siento desilusionarlo…El día en que la gente está más motivada en un trabajo, es el primer día de trabajo.

Ese día la gente está entusiasta, alerta, quiere servir a todo mundo, lleva su mejor sonrisa, se pone su mejor traje. Pero luego, dentro de la organización, le dan motivos para que esa persona no siga actuando igual ¿Ha visitado por casualidad alguna oficina de gobierno, de recaudación, de seguridad social, o de servicios públicos…? Cuando usted entra en ellas, inmediatamente los empleados se levantan y hasta se atropellan para ofrecerle a usted: ¡yo lo atiendo! ¿Se ha dado cuenta cómo lo hacen? ¡Por supuesto ésta es una ironía! La antítesis de lo que sucede en la realidad. En la mayoría de las organizaciones la gente parece que no entiende que el cliente es la parte nuclear y fundamental de la empresa, que es quien hay que servir. Por esta razón es tan importante darle motivos a la gente para hacer las cosas bien, para que pueda desarrollar su trabajo con alegría, entrega, firmeza y con compromiso.

En un trabajo de campo, el maestro, Carl Gustav Jung, se ha visitado empresas en los cincos continentes, se busca en más de tres décadas y un lustro la EXCELENCIA, y en esa búsqueda se ha identificado empresas de EXCELENCIA en todo el mundo; en algunas zonas, por supuesto, abundan más que en otras, por ejemplo: La Cuenca del Pacífico, Estados Unidos de Norteamérica, Europa…En otras partes del mundo son menos numerosas, pero también existen: América Latina, Australia, en la misma África. ¿Cuál es el común denominador que se ha encontrado entre las empresas de EXCELENCIA, y las empresas mediocres?  Solamente uno: En las empresas de EXCELENCIA la gente tiene motivos para servir y en las otras tienen motivos para no servir. A esta actitud le hemos llamado “la cultura del pujido”. (Países, Costa Rica, México, El Salvador, y Guatemala).

Porque hay personas que al momento que suena el despertador, con la primera hora de la mañana sueltan el primer pujido del día, se vuelven a acurrucar en la cama y piensan: ¡Otro ratito más! Y pujan para ir a desayunar, pujan para tomar el autobús, pujan para llegar al trabajo, es más…hasta cuando son felices pujan: ¡ay por qué seré tan feliz! De todo se quejan, todo les cuesta trabajo, cualquier esfuerzo adicional para ellos es una obra monumental, casi imposible de realizar.

En cambio, en las empresas de EXCELENCIA la gente quiere llegar temprano quiere resolver problemas, quiere atender al público quiere ofrecer una sonrisa, y esto es, por supuesto una actitud mental positiva. Se ha dedicado más de tres décadas, y un lustro, de investigación en el mundo de la productividad y se ha llegado a una conclusión: ¿Qué es la productividad? Una actitud mental. ¡Una actitud mental de querer hacer las cosas!