El plasma de recuperados puede servir para tratar a inmunocomprometidos con COVID-19

“Esto es realmente importante porque estas personas pueden ser tratadas, y podrían tener mejores resultados con este material si tan sólo pudiéramos correr la voz”.

Desde el inicio de la pandemia por el coronavirus se postuló que el plasma de la sangre de los pacientes que se recuperaban podía llegar a usarse como tratamiento (REUTERS/Lindsey Wasson/Archivo)

Durante los primeros meses de 2020 cuando el coronavirus se propagaba por el mundo, no se conocía cuáles eran las vías de transmisión y qué medicamentos podían ser beneficios para tratar el COVID-19.

Entre otras opciones, se empezó a postular que el plasma de la sangre de los pacientes que se recuperaban podía llegar a usarse en otras personas que eran afectadas por el virus.

Investigadores de Italia y los Estados Unidos hicieron una revisión de estudios y descubrieron que el plasma convaleciente —que cayó en desuso— funciona bien en personas inmunodeprimidas.

El cuerpo humano produce anticuerpos como una de sus defensas contra la infección por el virus. Esos anticuerpos se encuentran en una parte de la sangre llamada plasma. El plasma se puede utilizar para producir diferentes preparados.

El trabajo fue publicado en la revista JAMA Network Open. Analizó los resultados de 9 estudios y halló que los pacientes inmunodeprimidos con COVID-19 tenían un 37% menos de probabilidades de morir si recibían plasma de convaleciente, un producto sanguíneo rico en anticuerpos procedente de personas que se habían recuperado del virus.

“Nuestra preocupación es que muchos pacientes que necesitan [plasma de convalecencia] no lo están recibiendo”, afirmó el doctor Arturo Casadevall, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins en los Estados Unidos y coautor del trabajo. “Esto es realmente importante porque estas personas pueden ser tratadas, y podrían tener mejores resultados con este material si tan sólo pudiéramos correr la voz”.

Según Casadevall, tratar rápidamente a los pacientes inmunodeprimidos redunda en beneficio de todos. A veces, las personas inmunodeprimidas tienen “COVID latente” durante meses porque carecen de anticuerpos para combatirlo. Esa situación da al virus muchas oportunidades de mutar en el organismo de la persona y que se generen nuevas variantes.

“Estos pacientes inmunodeprimidos son esencialmente fábricas de variantes”, afirmó el docto Michael Joyner, anestesiólogo de la Clínica Mayo, quien también participó en la revisión.