Como todos saben siempre he sido muy crítico con PPK, y no por algo personal en contra de él, sino porque las cosas que se hacían eran reprochables, desde la misma campaña presidencial incluso. No me alegra su caída, como peruano que ama su país, nunca me puede alegrar que mi país pase por éste tipo de escándalos de corrupción, y más aun estando en el exterior, donde creo yo, es responsabilidad de los peruanos vender la mejor imagen posible del Perú, pues somos básicamente embajadores e imagen de nuestro país.
No me voy a unir a las voces sonrientes y burlonas de la caída del presidente, esto no es para celebrar, ni tampoco para revanchismos egoístas, primero está el país, lo que debemos procurar es que se respete las leyes, pues este tipo de situación está contemplada en la constitución, buscar que la transición sea rápida al Vicepresidente Vizcarra, y luego de ello buscar formar un gabinete de concertación y de amplia base, que fue justamente lo que nunca se hizo con PPK, sino mas bien la política de la agresión, el orgullo mal puesto y la arrogante prepotencia.
Vizcarra tiene la enorme responsabilidad histórica de superar esta hecatombe política, no va a ser fácil, hay demasiadas heridas abiertas en todos los bandos, pero aun así, es necesario hacerlo de la forma más rápida posible, pues el país ya no puede seguir paralizado, hay demasiadas demandas por atender, demandas que ya no pueden seguir esperando debido al egoísta juego de tronos jugado por nuestros líderes hasta el momento.
Ya es un hecho la caída del Presidente, sea que renuncie o que lo vaquen, esa ya no es la discusión, sino cómo hacemos todos los peruanos para levantar el país y ponerlo nuevamente en la senda de crecimiento y progreso, y esto no se va lograr si seguimos todos con la misma actitud beligerante y agresiva, tanto los críticos como los defensores debemos hacer un mea culpa, pues todos fuimos responsables de esta situación, pues nunca hubo una real disposición de conversar y llegar a acuerdos beneficiosos para el país. Hasta ahora sólo primó el resentimiento, el odio y el ego.
Se abre ahora un nuevo capítulo para nuestro país, por ende una nueva oportunidad para hacer las cosas bien, detrás de cada crisis, de cada problema, siempre hay una lección que aprender, y una oportunidad para mejorar. La lección es que, si todos vamos a seguir incendiando la pradera, lo único que lograremos es reinar sobre las cenizas. Vizcarra tiene que apagar este incendio y comenzar a edificar con bases sólidas el nuevo crecimiento que necesita el Perú.
Hago un sincero llamado a todos, seas ppkausa, fujimorista, aprista, independiente, o del tinte político que seas, por encima de todo eres peruano, así que ya basta, ya fue suficiente de tirarnos piedras unos a otros, miren en lo que hemos terminado, hacer política con el hígado no funcionó, intentemos pues ahora hacerlo con la cabeza, y también con el corazón, pues es muy fácil tener discusiones bizantinas desde nuestras acomodadas oficinas, mientras la gente en el sur sufre por el friaje, en el norte aún no tienen techos seguros sobre sus cabezas, y en las ciudades ya se comienza a sentir la falta de empleo, es esa gente quien necesita nuestra atención ahora, y no meses antes de las elecciones, y es por esa gente que tenemos la responsabilidad de empujar el coche todos en una misma dirección.
Churchill decía que «Coraje es lo que se necesita para levantarse y hablar; coraje es también lo que se necesita para sentarse y escuchar», hoy más que nunca nos toca seguir ese consejo. Churchill recibió un país derruido y casi perdido, pero aun así logro sacarlo adelante, así que nosotros también podemos.