El Perú en la ONU: «Ha llegado la hora final de acabar con la complicidad del descaro de exhibir o la hipocresía de ocultar la realidad de las mujeres y los jóvenes en las zonas de conflicto» 

INTERVENCION DEL REPRESENTANTE DEL PERÚ ANTE LAS NACIONES UNIDAS, EMBAJADOR VÍCTOR GARCÍA TOMA, EN EL DEBATE ABIERTO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD SOBRE EL TEMA “PROMOVER LA PREVENCIÓN DE CONFLICTOS: EMPODERAR A TODOS LOS ACTORES, INCLUIDAS LAS MUJERES Y LAS PERSONAS JÓVENES”

Señor presidente,

  1. Agradecemos la invitación de la Representación Permanente del Japón para participar en este importante debate, a la vez de extenderle nuestros deseos de éxito en la conducción de la presidencia del Consejo de Seguridad durante el presente mes.
  • En atención a que próximamente abordaremos la temática de un reexamen del entramado institucional para Naciones Unidas, en aras de alcanzar mayores cotas de eficiencia en pro de la consolidación de la paz, creemos que es un momento propicio para reiterar la necesidad de incentivar y acrecentar la participación de las mujeres y los jóvenes en la prevención, mediación y resolución de conflictos.
  • Coincidimos con la presidencia, en que la afirmación de dicha política institucional debe sustentarse en un enfoque integral que garantice el nexo entre la acción humanitaria, el desarrollo, la paz y el co-ejercicio de liderazgos a cargo de las mujeres y los jóvenes.
  • Los procesos de inversión y capitalización dirigidos a impulsar y afirmar sostenidamente la participación de las mujeres y los jóvenes en los procesos de solución de conflictos derivados de cualquier forma de violencia, intolerancia, injusticia social y exclusión, deben tener en cuenta que es fundamental el afinamiento de capacidades y aptitudes orientadas a construir posiciones y alineamientos, cuyo principal objetivo sea detectar, comprender y resolver los desafíos que la paz como una manifestación de cultura ecumenica, reflejen la insoslayable vocación de respetar sin distinciones,  la vida y la dignidad de todas las personas.
  • Para tal propósito, la posición del Perú converge  con los expresado por las delegaciones que me han precedido, en el sentido que el rol de asesoramiento de la Comisión para la Consolidación de la Paz al Consejo de Seguridad en la determinación de sus mandatos es fundamental, sobre todo en lo concerniente a la construcción de una institucionalidad resiliente.
  • No abrimos ninguna “caja de pandora” ni invocamos el conjuro de un arcano, cuando señalamos que parte de los desafíos a emprender en pro del sostenimiento de la paz, pasa inexorablemente por erradicar la extrema pobreza. A pesar que ésta es una verdad de perogrullo, debe siempre reiterarse que ésta es una de las fuentes prohijadoras de situaciones de conflicto y posconflicto.

La pobreza marchita el ánimo, mal abriga el futuro, crispa la vida cotidiana y atiza los desencuentros.

Señor presidente,

  • Los conflictos tienen siempre victimas sin culpa. Revisemos sin reprimir la vergüenza, la larga lista de niños, adolescentes y mujeres expuestos al “calvario”;  “sacrificados” por la insensatez y la vesania.

Ha llegado la hora final de acabar con la complicidad del descaro de exhibir o la hipocresía de ocultar la realidad de las mujeres y los jóvenes en las zonas de conflicto. 

  • Debe quedar claro a manera de veredicto de la historia, que las mujeres y los jóvenes no son meros receptores de los beneficios de la paz, sino que, al margen de las posturas institucionales, son por fundadas razones, participes activos en los procesos de adopción de decisiones relacionados con la resolución y prevención de conflictos.

En el caso de las mujeres ellas aportan su temple de acero, su abnegación de mártir y su luz de mediodía; en el caso de los jóvenes ellos no aceptan la condición de vencidos, asumen los retos con pasión por lo útil y el empeño de construir cada día.

Muchas gracias.