En un viaje que finaliza hoy, el Papa Francisco visitó Mosul y rezó en memoria de las víctimas de guerra. En la ciudad de Qaraqosh, donde se encuentre el mayor número de cristianos del país, el Papa rezó el Angelus y pidió a los fieles “no desanimarse”. La escena más conmovedora sería la de Doha Sabah, quien perdió a su hijo de 4 años a manos de los yihadistas, le dio la bienvenida al sumo pontífice a “la ciudad de las diez iglesias”.
UN ENCUENTRO HISTÓRICO
EL Papa Francisco y el Gran Ayatolá Sayyid Ali Al-Husayni Al-Sistani, líder de la comunidad chiíta del país, tuvieron un encuentro privado donde destacaron temas como el respeto y mutuo diálogo entre las comunidades religiosas en la región y la humanidad. Durante 45 minutos, ambas autoridades religiosas recalcaron su labor para la realización de la paz en esta zona de guerra y el papel de la fe para enfrentar los problemas de la humanidad.
Ambas partes subrayaron el papel de las líderes religiosas para instar a partes interesadas, entre ellas las grandes naciones, a dar prioridad a la razón y la sabiduría, pero rechazar el lenguaje de guerra.
Finalmente, el Papa dijo estar agradecido de visitar Najaf, cuna de la nación chií, donde lo recibieron con palabras como “Tú eres parte de nosotros y nosotros somos parte de ti” junto al rostro de Al-Sistani.
Y.C.G.P.
