El misterio de las narices rotas en monumentos egipcios es resuelto

El arqueólogo y egiptólogo estadounidense, Edward Bleiberg, explica este misterio en su reciente investigación.

El paso del tiempo no basta para responder las incógnitas de las estatuas egipcias sin nariz.

Un hecho que llama la atención e invita a la interrogante es el detalle de las narices rotas en diversos monumentos egipcios, un patrón que ha desatado la investigación del estadounidense Edward Bleiberg, arqueólogo con formación en Egiptología, quién ha venido supervisando extensas colecciones de arte clásico y antiguo del oriente.

La intriga sobre cómo se verían las estatuas si todavía estuvieran intactas, llevó a Bleiberg a investigar y crear simulaciones de estas, las cuales se encuentran en su exposición “Poder Llamativo: Iconoclasia en el Antiguo Egipto”.

Según la investigación realizada por Bleiberg, en el periodo antiguo innumerables motivaciones políticas, religiosas, personales y criminales, desataron diversas campañas de vandalismo cuyo objetivo era desactivar el poder de una imagen, de modo que con la parte dañada del cuerpo, esta ya no podría hacer su trabajo y perdería su fuerza.

Esto también explicaría el hecho de que muchas de estas estatuas se encontraran guardadas en nichos o templos para su protección, además del hallazgo de jeroglíficos con instrucciones de los faraones sobre penas terribles para quien se atreviese a dañar imágenes a su semejanza.

La clave en este misterio es recordar el poder que los antiguos egipcios atribuían a las imágenes de la forma humana, pues creían que la esencia de una deidad podía habitar en la imagen de aquella deidad o en el caso de los mortales, parte del alma de aquel ser humano fallecido.

K.V.C.