La Policía Federal (PF) de Brasil desplegó una operación para investigar eventuales crímenes cometidos «durante años» por el gigante petroquímico Braskem ante el hundimiento del suelo. Dicho fenómeno geográfico se generó debido a la actividad extractiva en las minas de sal gema en la ciudad nordestina de Maceió.
La PF, en un comunicado, informó que 60 uniformados cumplieron 14 mandatos de registro e incautación en dependencias de altos directivos y jefes de área de la compañía brasileña.
El cuerpo de seguridad advirtió que las primeras evidencias demuestran que la actividad minera ejecutada durante décadas no siguió los «parámetros de seguridad» para garantizar la estabilidad de las minas y el bienestar de la población, pues se puso en riesgo a cinco barrios de esta ciudad costera de un millón de habitantes.
«La explotación de sal gema en la capital de Alagoas se llevó a cabo entre 1976 y 2019, y provocó una grave inestabilidad del suelo en barrios como Pinheiro, Mutange, Bebedouro y sus alrededores, volviendo la zona inhabitable, con el riesgo de derrumbe de casas y cierre de comercios, lo que provocó que más de 60.000 personas tuvieran que abandonar los barrios», señala el comunicado.
Contaminación y datos falsos
La operación, nombrada como «Lágrimas de sal», se realiza después de que se identificara «indicios de presentación de datos falsos y omisión de información relevante a los organismos públicos encargados de supervisar la actividad».
«Eso permitió continuar con los trabajos, incluso cuando ya había problemas de estabilidad en las cavidades de sal y signos de hundimiento del suelo encima de las minas», señala la PF.
Los responsables podrán responder por crímenes de contaminación o presentación de estudios falsos, entre otros. La empresa ya recibió a principios de diciembre una multa de cerca de 15 millones de dólares, días antes de que una de las 35 minas que tiene en la zona colapsara parcialmente sin dejar heridos.
