Los especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) indicaron que uno de los principales motivos del asma sería el estrés.
“Hace mucho que se estudia el impacto que genera el estrés materno durante el embarazo en la susceptibilidad a desarrollar asma”, indicó el doctor Ignacio Fenoy, investigador asistente del CONICET.
“Basándonos en metaanálisis anteriores, es decir, en la sumatoria de muchos estudios epidemiológicos, iniciamos una investigación – con un modelo animal con ratones – para corroborar esto y ver cuál era el efecto”, explicó.
Para la investigación recurrieron a “ratones hembras preñadas” y las dividieron en dos grupos; uno de control, que no fue sometido a estrés y otro que sí. Observaron que las crías de madres estresadas “aumentaban sus indicadores de inflamación alérgica en el pulmón”, señaló Fenoy.
Luego, los investigadores debían determinar si el efecto, con el tiempo, se mantenía estable y si se transmitía generación tras generación. Los resultados indicaron que “si en el período de gestación, la primera hembra fue sometida a estrés, la cría de la primera, aunque no haya sufrido estrés en su embarazo, también tendrá crías con mayores posibilidades de tener asma”, comentó el especialista.
Ahora los investigadores avanzarán con los mismos estudios en las terceras generaciones, con el objetivo de determinar si el efecto es transgeneracional. “Por lo que vemos, creemos que van a repetirse estos resultados, pero que va a ir disminuyendo la penetrancia del fenotipo”, precisó el doctor en Biología Molecular y Biotecnología.
En ese sentido, los especialistas del CONICET indicaron que el estrés favorecerá a que varias generaciones tengan aumentada la susceptibilidad a desarrollar el asma. Si bien esta enfermedad crónica y obstructiva de las vías aéreas tiene un gran componente genético, la interacción con el ambiente puede potenciarla.
G.S.S.V
