Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo.
Periodista: Reg. N°.-4654-
Hace 99 años, un 07 de mayo de 1924, el personaje del siglo XX, Víctor Raúl Haya de La Torre, entregó la bandera indoamericana a la juventud mexicana, como símbolo de la unión de todos los pueblos indoamericanos (América Latina), naciendo así “la Alianza Popular Revolucionaria Americana” -APRA- por ello expreso mi reconocimiento, y saludos a todos los jóvenes, hombres, mujeres, campesinos, obreros, empresarios, trabajadores manuales e intelectuales de buena voluntad y nobles principios, de toda esta América morena, mestiza, de esta Indoamérica expresó, Víctor Raúl y Pueblo Continente por Antenor Orrego.
El líder continental ,Víctor Raúl Haya de La Torre, se caracterizó en vida por su espíritu luchador por concretar el sueño de la integración de todos los pueblos de nuestra América; se entendió entonces que la lucha del aprismo era y son la banderas de un sueño continental, de ser una nación integrada por todos los pueblos indoamericanos para llevar adelante bajo un solo idioma, bajo una sola realidad, bajo una historia común, bajo una sola bandera, el desarrollo de nuestros pueblos, hacia una revolución con pan y libertad, hacia un pueblo continente.
What is Apra, libro leído del autor, Harry Kantor, en los Estados Unidos señaló que, el movimiento “APRA” en su vida y pensamiento se completaba como una verdadera interpretación dialéctica de un frente de trabajadores manuales e intelectuales, que cerrando filas luchaba contra el comunismo internacional, como contra todo tipo de dictaduras y sobre todo en una ejemplar actitud tanto en el lenguaje, como en la práctica de moral y de conducta.
La Convención Americana de los Derechos Humanos, conocida también como Pacto de San José de Costa Rica, señala en su preámbulo entre otras cosas lo siguiente: “Consolidar en este continente dentro del cuadro de las instituciones democráticas un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre”, fortaleciendo el sueño de Víctor Raúl Haya de La Torre de lograr el desarrollo, bajo el lema de ¡Pan con Libertad!
99 años de vida de la “ALIANZA POPULAR REVOLUCIONARIA AMERICANA” y 93 del aprismo en el Perú, con todo el sacrificio y dolor de sus seguidores en sus años aurorales y siguientes; los apristas de hoy tienen que ser conscientes de que Víctor Raúl y los otrora líderes de esta gran causa –en polvo hacia las estrellas- entregaron un Partido Político en la conciencia y el corazón del Pueblo, con el respaldo de más del 35% del electorado, locales propios y activos en todo el territorio nacional y fuera de él.
Los compañeros de Alfonso Ugarte, deben digerir y dar la cara que después de dos gobiernos, que pudieron ser tres por la continuidad que se podía apreciar del resultado electoral de 1990 ( 20%, Alva Castro) los dirigentes actuales desde hace años se aferran causando un daño casi irreparable, sumándose al compromiso del civilismo y del comunismo criollo de querer destrozar al Gran Partido del Pueblo –quizás sin querer perjudicarlo, y queriendo mantenerse equivocadamente – que no observa, no percibe y mantiene su logro del 3% del electorado, sin actividad partidaria y bastante alejados de la conciencia y amor del pueblo; con quienes existe una deuda; así como con sus mártires, de reencontrar al Partido con su autenticidad ideológica como doctrinaria y su convicción que no debe haber política sin moral y que la confianza se gana y recupera con honradez. Los tiempos exigen una Alianza Nacional contra la Corrupción e Impunidad, y reivindicar al Partido del Pueblo.