Según anunció el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, el gobierno Estados Unidos, está buscando fórmulas para detener el flujo de dinero que recibe el gobierno de Nicolás Maduro.
Este jueves, un día después de que Maduro rompiera relaciones diplomáticas con Estados Unidos, anunció que fijará un plazo de 72 horas para que el personal de su embajada en Caracas abandonara el país.
Miembros del gobierno del presidente Donald Trump intentan incrementar la presión sobre Maduro, en un momento en el cual la comunidad internacional se mantiene dividida en torno al reconocimiento de su gobierno.
Nicolás Maduro tomó la decisión después de que Washington anunciara reconocimiento al presidente de la opositora Asamblea Nacional por Juan Guaidó, como «presidente encargado» de Venezuela.
Mientras surgía la reunión de la Organización de Estados Americanos realizada este jueves, Pompeo dijo que el gobierno de Maduro estaba en la «quiebra moral» y era «antidemocrático».
«Al final de cuentas, hay una relación mucho más simbiótica entre Venezuela y la Costa del Golfo», señala Richard Nephew, investigador principal del Centro sobre Políticas Globales de Energía de la Universidad de Columbia, quien trabajó en las sanciones contra Irán durante el gobierno de Obama.
En la concentración en Caracas, Guaidó se juramentó como «presidente encargado», invocando los artículos 233, 333 y 350 de la Constitución que establecen que, en caso de ausencia absoluta del jefe de Estado, corresponde al titular del Legislativo ocupar de forma temporal el Ejecutivo y convocar elecciones.
L.B.C.