Este hallazgo se dio por científicos de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, que lograron conseguir que las patas amputadas de estos animales puedan regenerarse mediante una terapia que contiene progesterona a través de un biorreactor portátil encajado en la ubicación de la herida.
Los resultados de esta investigación pueden servir como un modelo a los nuevos tratamientos de estimulación celular y conseguir un avance en su mejoramiento en las personas amputadas. Existe otras especies como los lagartos o cangrejos, estos animales tiene la capacidad de regenerarse por sí mismas, sin embargo las ranas africanas o denominadas científicamente Xenopus laevis no pueden realizar este proceso.
La rana acuática, si puede regenerarse a muy temprana edad a diferencia de la rana africana, pero cuando se encuentra en la etapa antigua ya no pueden realizarlo. Según los estudios separaron en tres diferentes grupos a las ranas para el experimento, y son partes del biorreactor portátil.
Un conjunto de ranas recibieron la progesterona a través del biorreactor y su tiempo límite de la investigación fue de 24 horas, el estudio fue observado durante un tiempo y la percatación fue que durante nueve meses las ranas se autogeneraron en sus extremidades.
“Una aplicación muy breve del biorreactor y su carga útil (de progesterona) provocó meses de crecimiento y patrones de tejidos”, menciono Michael Levin, uno de los autores del estudio.
El resultado de esta investigación fue que las ranas con progesterona obtuvieron unas patas regeneradas, con huesos, inervación y vascularización, en el cual su forma de sobrevivir sigue siendo la misma como ejemplo al nadar.
La progesterona es una hormona sexual, que tiene como función el comienzo y proceso del embarazo, y actualmente también es reconocida como una ayuda a curar los nervios, vasos sanguíneos y tejidos óseos.
“Nos fijamos en la progesterona porque parecía prometedora para promover la reparación y regeneración de los nervios. También modula la respuesta inmune para fomentar la curación y desencadena que vuelvan a crecer los vasos sanguíneos y los huesos”. Aclaró la neurocientífica Cecilia Herrero Rincón.
En Estados Unidos existen casi dos millones de personas amputadas, y lo que busca este estudio es desarrollarlo en mamíferos y conseguir más resultados de que esta combinación de fármacos den a un nuevo modelo de cócteles terapéuticos, para la regeneración.
J.Q.P
