Lo hermoso del fútbol. El Stade Rennes se preparaba para recibir al París Saint-Germain un 18 de agosto de 2019 en el Roazhon Park. El conjunto visitante llegaría con todas sus figuras y se esperaba un partido ‘fácil’. Dos años después de aquel enfrentamiento y con el resultado de 2-1 para los locales, el Real Madrid de España terminaría fichando al mejor jugador del compromiso. No, no fue Kylian Mbappé. Con 16 años y con un futuro impresionante, Eduardo Camavinga hizo todo lo posible para derrotar al equipo más difícil de Francia. Hoy, el mediocampista y joven promesa, se muda al Santiago Bernabéu su nueva casa.
La contratación del francés se dio de manera rápida y sorpresiva. Probablemente todos los aficionados estarían esperando el anuncio de ‘Donatello’ a la ‘Casa blanca’, sin embargo, cuando el nombre de Eduardo figuraba en las redes oficiales de la institución, pocos esperaron que fuera el jugador de 18 años. Dado por sus características y estilo de juego y el monto que pagaron por él (30 millones de euros, que puede ser 40 por los títulos obtenidos), su incorporación fue pensado para obtener resultados en mediano y largo plazo, pues, sus primeros partidos serán en el Real Madrid Castilla.
Algunos aficionados se preguntarán, ¿quién es Eduardo Camavinga y por qué los hinchas ‘blancos’ deben ilusionarse con su nueva estrella? Si hacemos memoria, no es la primera vez que Florentino Pérez se interesa por él, ya que su nombre estuvo en la agenda de Zinedine Zidane cuando era el técnico del primer equipo. Ya sin su compatriota en el banquillo, el exjugador de Rennes tiene todas las condiciones para potenciar el mediocampo y seguir los pasos de Luka Modrić, Toni Kroos, Casemiro y Federico Valverde.
Una historia de supervivencia
La Gran Guerra de África aún estaba en marcha y la familia Camavinga, hizo lo posible para escapar de ahí y poder salvar sus vidas. Con un total de 5.4 millones de muertes, lo más probable era que no sobrevivan si se quedaban La única solución que tuvieron fue escapar al país más cercano, Angola.
Sin embargo, dicho país tampoco era muy segura para ser habitada dada por las condiciones provocadas por la guerra civil que azotaba desde 1975. Celestino (papá del jugador), preocupado por su esposa que estaba embarazada, se las ingenió para acomodarla junto a sus cinco hijos al lado de millones de refugiados que también habían escapado de su ciudad natal. En ese contexto tan doloroso para tantas vidas, Eduardo Celmi Camavinga nació un 10 noviembre de 2002 y fue una alegría para su familia, pese por todo lo que les toco vivir.
En 2004, luego de la muerte de uno de los militares más difíciles de derrotar en el enfrentamiento, se puso fin a la guerra civil en el 2002. La familia Camavinga decidió salir del lugar por ver muchas personas morir. Decidieron irse a Europa: Francia, exactamente en Lille.
Gracias mamá: Eduardo Camavinga y su amor por el fútbol
Desde que pisaron el suelo francés, la vida del nacido en Tongo y la de su familia cambió agracias a que se ubicaron en una zona en donde la economía era más estable. Sin tantos pormenores como Angola, Celestino y Sofía criaron a sus hijos dentro de una sociedad más estable y en donde tuvieron más oportunidades.
Poco a poco, ‘Edu’ fue practicando diferentes deportes y decidió prácticas judo. Sin embargo, desde que su familia decidió venir a dicho país, su madre lo animaba para que juegue fútbol. A pesar que no le gustaba la idea, el chico de cabello largo se adaptó a la nueva disciplina y dejó impresionado a su entrenador. “Estaba haciendo judo. Nunca debería haber jugado al fútbol, no quería. Fue su madre quien lo registró, porque vivía en el barrio contiguo al estadio y rompía todo en la casa mientras jugaba al fútbol”, comentó un amigo cercano a la familia.
Su madre de Camavinga empezó los papeleos para inscribirlo en el AGL Drapeau Fougères Football, club que se caracteriza por formar a los mejores jugadores de la región y llevarlos a la Ligue 1. “Cuando queríamos mantener un resultado, lo poníamos a la defensiva y cuando queríamos ganar el juego, lo poníamos en ataque. Tenía cualidades extranaturales”, comentó el entrenador. Asimismo, destacó la gran velocidad y despliegue en el terreno de juego.
Una nueva promesa había llegado a Rennes
Cuando empezó a generar mayor protagonismo en su club, Eduardo ya pedía probar nuevas ligas. Por tal motivo que sus padres decidieron llevarlo al Stade Rennes, uno de los clubes con mayor prestigio de Bretaña, caracterizado por formar a los más talentosos del país y así poder hacerlos debutar en la Ligue 1.
Desde que entro al campo de juego, llamó la atención de sus entrenadores. Su agilidad, inteligencia y fortaleza física hicieron que se adapte rápido a las exigencias de su nuevo equipo, hasta cumplió el sueño de entrenar con el primer equipo con tan solo 15 años. Su buen desempeño lo llevaron a escalar rápido las diferentes categorías.
Su debut oficial de Eduardo Camavinga con el plantel principal fue el 6 de abril de 2019, en el partido frente al Angers por la fecha 31 de la temporada 2018-2019. Aunque solo pudo estar seis minutos en el campo y su equipo empató 3-3, dejando buenas sensaciones con tan poco tiempo. En la próxima temporada ganaría más protagonismo y fue considerado como el jugador revelación.
Dejando su nombre en todo lo alto
En la temporada 2020-2021 pudo confirmar que es un jugador que promete, dejando un saldo de 35 partidos, un gol y una asistencia. Para entonces, ya había rechazado una oferta del Borussia Dortmund de Alemania, ya había debutado con la selección absoluta de Francia y estuvo la nómina del Golden Boys 2020, premio que destaca al mejor futbolista europeo menor de 21 años (él recién cumplía 18).
El entrenador del conjunto ‘Bleus’, Didier Deschamps quedó sorprendido con su nueva joya y no dudo en llenarlo de elogios. “Puede que sea pronto, pero tarde o temprano, habría venido. En cuanto a personalidad, se nota cuando está sobre el terreno de juego. Ejerce una influencia pese a su juventud. Es capaz de hacer grandes cosas a su edad. Habrá que estar atentos, pero tiene un potencial que hace que vaya a ser parte integrante de esta selección tarde o temprano”, comentó después de su debut frente a Croacia.
Camavinga, una joya silenciosa
Desde el día de su debut hasta la actualidad, ha dejado grandes impresiones y su carrera futbolística ha ido aumentado. Si bien su fichaje terminó siendo sorpresivo, Carlo Ancelotti lo tendrá en cuenta para algunos partidos con las principales estrellas. Tiene 18 años y su soltura en la cancha, visión de juego, capacidad de reacción y sus ganas de triunfar en España, lo harán potenciarse y ganarse a los aficionados ‘merengues’.
Eduardo Camavinga es un jugador para llevarlo con calma, y más en una institución con los mejores jugadores del planeta. No obstante, así como su trabajo en el centro del campo acaparó las miradas de todos en su duelo frente al PSG cuando tenía 16 años, tal vez su incorporación también sea silenciosa. Por ahora, todos hablan de su compatriota que se quedó en París.
C.E.R.R.
