Durante la presentación del auditor Walter Grados ante la Comisión Permanente que evalúa la continuidad del contralor Edgar Alarcón, los representantes del fujimorismo intentaron invalidar las denuncias en contra del funcionario.
Para empezar, el fujimorista Héctor Becerril intimidó al auditor para que elimine una publicación en su cuenta de Twitter, en la que se califica de «korruptos» a congresistas, pese a que el funcionario negó haber escrito ese calificativo, denunciando que habrían hackeado sus cuentas de las redes sociales.
Según el integrante del grupo y presidente de la Comisión de Fiscalización, sin una acusación en contra del contralor, no había razón para que el auditor realizara la investigación. Incluso, cuestionó que su denuncia haya sido presentada al Congreso y no en el Ministerio Público.
El denunciante respondió que acudió al Congreso por considerar que la indagación sería más pronta y porque el resultado debería ser, precisamente, una denuncia al Ministerio Público. Además, el reelecto fujimorista Octavio Salazar, esgrimió una posición parecida a la de Becerril, aunque se confundió al leer las preguntas que había preparado.
I.P.B
