Para evitar la hipertensión, uno de los principales factores de riesgo conocidos de enfermedad cardiovascular, la mayoría de personas toma fármacos para bajar la tensión arterial, que pueden ser de diferentes clases. Estos van desde inhibidores de la enzima angiotensina convertasa (IECA) a diuréticos, pasando por los muy frecuentes betabloqueantes.
Un estudio publicado en la revista «European Heart Journal» menciona que las recomendaciones actuales sobre el tratamiento de la hipertensión no mencionan ninguna preferencia sobre cuándo administrar los tratamientos. La recomendación más frecuente es la de tomarla por la mañana, ya que los médicos se basan en la meta de reducir los niveles de presión sanguínea matutinos, según Ramón Hermida, director de los laboratorios de Bioingeniería y Cronobiología de la Universidad de Vigo y autor principal del estudio.
Esta investigación fue bautizada como Ensayo de Cronoterapia Hygia, donde participaron casi 20 mil individuos, los cuales se dividieron en dos grupos, los que se medicaban por la mañana y los que lo hacían antes de dormir. Los pacientes fueron seguidos durante más de seis años. En ese periodo, la presión sanguínea de los afectados se medía al menos una vez al año de forma continua.
Estos resultados han determinado que la hora en la que se toma la medicación es clave a la hora de reducir el riesgo cardiovascular, ya que implica unas diferencias muy significativas en los parámetros estudiados: riesgo de muerte por un ataque cardiaco y de sufrir este y otros accidentes cardiovasculares.
Y.O.C.
