Donald Trump ha sido designado como Persona del Año 2024 por la revista Time, en un anuncio que destaca su influencia en la política mundial y su resurgimiento en el escenario estadounidense. Este reconocimiento, que ya recibió en 2016 tras su ascenso inesperado a la Casa Blanca, marca un nuevo capítulo en su trayectoria, definido por la polarización y la controversia.
La revista Time otorga este título a la persona o grupo que haya tenido el mayor impacto en los eventos mundiales, «para bien o para mal». Trump, quien busca regresar a la presidencia en 2024, ha estado en el centro de la atención pública por su capacidad de movilizar masas, desafiar las normas políticas tradicionales y redibujar el mapa electoral estadounidense.
El expresidente celebrará este reconocimiento tocando la campana de apertura de la Bolsa de Nueva York, acompañado de su familia, incluida su hija Ivanka Trump, en una rara aparición pública tras su alejamiento de la política activa.
La relación de Trump con la distinción de Time ha sido marcada por la obsesión y la controversia. Desde 2011, criticó abiertamente las selecciones de la revista y expresó su frustración cuando no fue incluido en listas o ediciones especiales. En 2016, calificó su primer reconocimiento como «un gran honor», pero continuó observando de cerca las elecciones de la revista, manifestando públicamente su descontento en múltiples ocasiones.
Incluso llegó a protagonizar una polémica cuando en uno de sus clubes se exhibió una portada falsa de Time que lo nombraba Persona del Año en 2009, algo desmentido más tarde por la revista.
El reconocimiento a Trump en 2024 llega en un momento crucial, mientras Estados Unidos se prepara para recibirlo nuevamente como mandatario el que definirá el futuro político del país. Su figura sigue siendo un catalizador de debates, movilizaciones y divisiones en la sociedad estadounidense e internacional.
Desde su primer mandato, Trump ha desafiado a instituciones y normas, tanto en su política interna como en su enfoque hacia temas globales. La decisión de Time de nombrarlo nuevamente Persona del Año subraya su capacidad de mantener una influencia significativa, a pesar de las críticas y los desafíos legales que enfrenta.
Trump, con su segundo reconocimiento, se consolida como una figura que define su época, generando tanto admiración como rechazo. Su inclusión en este selecto grupo refleja su relevancia en un momento donde el mundo observa con atención el rumbo político de Estados Unidos.
El título otorgado por Time reafirma que, independientemente de la polarización que genera, Trump sigue siendo una fuerza que no puede ser ignorada en el ámbito político global.