Tumi Robotics, una startup peruana enfocada en soluciones tecnológicas, está desarrollando un robot autónomo tipo bote catamarán que tiene incorporado un oil skimmer o desnatador de aceite, de modo que el dispositivo sirva para contener y separar hidrocarburos del mar.
“La idea es tener un equipo de respuesta rápida que, apenas ocurra algún incidente, se use para realizar la operación de contención y retiro de hidrocarburos”, señaló el ingeniero Francisco Cuéllar, CEO de la compañía e investigador principal de Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Fusión de tecnologías
Este proyecto, cofinanciado por el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA) del Ministerio de la Producción, plantea la fusión de un robot no tripulado y tele-operable con una configuración del tipo catamarán y un dispositivo diseñado para separar el petróleo del agua conocido como oil skimmer.
La startup peruana comenzó a desarrollar el prototipo del robot marino el año 2019. El proyecto inicial apuntó a diseñar un dispositivo equipado con sensores para monitorear e inspeccionar ecosistemas del mar a través de la recolección de datos como el oxígeno disuelto, temperatura, pH, velocidad de las corrientes de agua, entre otros.
Cuando sucedió el derrame de petróleo en el terminal multiboyas N°2 de la refinería La Pampilla, en Tumi Robotics decidieron adaptar las funciones de este vehículo para que pueda ser usado en labores de limpieza de aguas y remediación ambiental.
A fin de evitar contaminar el mar, el vehículo fue diseñado para funcionar con energía eléctrica. Además, cuenta con una computadora que controla la velocidad de los motores, un sistema de posicionamiento GPS y sensores inerciales. “También es probable que lleve lo que se conoce como ‘vejiga’, que es un elemento donde se contiene el hidrocarburo y el bote va arrastrando”, añadió Cuéllar.
En una primera etapa, el robot será operado a control remoto, pero el CEO de la compañía indicó que, a largo plazo, usarán inteligencia artificial para que el robot sea capaz de detectar de forma autónoma dónde se encuentran las zonas contaminadas con hidrocarburo e iniciar el proceso de separación.
De acuerdo a los planes del proyecto, un drone equipado con cámaras de video RGB y cámaras térmicas sobrevolará la zona afectada a fin de recolectar información que será procesada para identificar y caracterizar las áreas que necesitan ser descontaminadas.
Para ello, desarrollarán un software que emplee algoritmos para procesar las imágenes capturadas por el drone y obtener información sobre la expansión del hidrocarburo que ha sido vertido, la posición y otras características.
“Mientras más datos tengamos, mejores decisiones podrían tomar los vehículos. Esto es algo todavía experimental, de investigación. Pero con más financiamiento y pruebas de campo definitivamente podemos llegar a una solución”, señaló Cuéllar.
Estar preparados ante un eventual desastre
El desarrollo de este proyecto tendrá una duración de seis meses. El CEO de Tumi Robotics indica que una de las ventajas de diseñar este equipo en el Perú es que el dispositivo podrá adaptarse a los requerimientos de las empresas que operan en el país y añadirle más funciones que le generen valor para los usuarios.
Por ahora, la startup peruana está en la búsqueda de formar alianzas con empresas de hidrocarburos para que puedan participar en la etapa temprana de adaptación y validación en campo del equipo. «La idea justamente es mostrarles lo que estamos desarrollando y ver la manera de hacer algo a la medida que les pueda servir para mitigar la contaminación del mar en caso ocurra algún derrame durante sus operaciones», sostuvo.
Además, Cuéllar destacó la importancia de los fondos de financiamiento del Ministerio de la Producción que promueven la innovación e impulsan la industria tecnológica nacional. “Esta es una apuesta grande. La verdad es que sin ellos sería imposible siquiera pensar en hacer realidad este tipo de iniciativas. No queremos que suceda otro desastre, pero si ocurre, ojalá podamos dar una respuesta rápida y mitigar el impacto negativo en el medio ambiente”, añadió.