La Reserva Nacional de Paracas celebra este importante evento científico. Después de 45 años, se fotografió por primera vez en Perú un ejemplar de Playero Zarapito (Calidris ferruginea), un ave migratoria que no ha sido reportada oficialmente desde 1976.
Este hecho histórico y científico tuvo lugar en la playa de Lobería de Pisco y el ave fue registrada en marzo pasado por el Programa de Monitoreo Marino Costero (PMMC) que impulsa el consorcio Camisea en la Bahía de Paracas.
Además, según los documentos científicos, este registro permite ampliar el conocimiento que existe en el aparatoso ecosistema de Reserva Nacional de Paracas (RNP) y su zona de amortiguamiento. “Es un ave playera de talla media (de 19 a 21centímetros), con plumaje básico de color gris, rabadilla y un distintivo pico curvo hacia abajo”, se lee en el boletín de la Unión de Ornitólogos del Perú (UNOP) en el cual se ha realizado su publicación.
Asimismo, el año pasado en agosto se había reportado el avistamiento de un ejemplar de Playero zarapito, un hecho que no ocurría desde 1976.
Los investigadores de Camisea, señalaron que “Se aporta información sustancial a la biología de esta especie, considerada como errante para nuestro país, ya que es más común observarla en Europa, Asia y poco frecuente en Norteamérica”. Además, dijeron que el registro fue realizado en las inmediaciones de la playa Lobería, situada en el distrito de Paracas.
Recordando que el primer registro documentado de esta especie para el Perú, se ejecuto el 27 de junio de 1976. La UNOP expresó que era un individuo macho que fue colectado en los humedales costeros de Pisco, 2 kilómetros al sur de la desembocadura del río Pisco.
“Esta especie se reproduce desde el norte de Siberia en Rusia hasta el este de Utqiagvik (Barrow) en Alaska y migra hacia el sur de África, sudeste asiático, sur de Australia y Nueva Zelanda hacia sus lugares de estadía no reproductiva”, especificó.
Representantes de Camisea también explicaron que se realizó el programa denominado “Monitoreo ambiental marino costero asociado a las operaciones de la Planta de Fraccionamiento de Liquidos de Gas Natural (PFLGN) y su Terminal Marino”, que realizan exploraciones, registro y fotografía periódicos para ver el estado de las especies o encontrar nuevas, como este Playero zarapito.
Sostienen también que las actividades de Camisea en Pisco, a lo largo de los años, “han demostrado su compromiso con la protección del medio ambiente, así como con la promoción del conocimiento científico sobre los ecosistemas, el intercambio de información sobre el estado biológico y ecológico de la Bahía de Paracas y la promoción del interés turístico”, subrayaron.
“El monitoreo marino costero contribuye así a la preservación y registro de aves, delfines, tortugas y lobos marinos, entre otras especies de la Reserva Nacional de Paracas”, acotaron.