Un grupo de investigadores del Ocean Exploration Trust, organización encargada de explorar los mares, descubrieron durante las últimas expediciones del buque de exploración Nautilus, un inusual “camino de baldosas” a 1.000 metros bajo el océano Pacífico, con el uso de un ROV o vehículo sumergible operado remotamente.
Lo que sería una impresionante formación geológica se encuentra sobre la montaña submarina, Nutka, relacionada a la cresta de volcanes submarinos llamada Liliʻuokalani, al noroeste de las islas de Hawai; el cual confundió a la tripulación del Nautilus con un “camino a la Atlántida”; una isla ficticia que se habría hundido bajo el mar, de acuerdo a la mitología griega.
En un metraje donde se aprecia este hallazgo, un miembro del equipo del buque exclama con gran asombro el haberse cruzado con dicho “camino” bastante extraño. Esto sirvió de investigación en un proceso de observación que determinaría dos posibles teorías del reciente hallazgo.
La primera es que las fracturas únicas de 90 grados que se aprecia del “camino”, probablemente estén relacionadas con el estrés por calentamiento y enfriamiento debido a las múltiples erupciones en este margen un tanto horneado, como lo explica el equipo Nautilus. Por otro lado, se ha generado un interés sobre algún proceso geológico que pudo haber dividido al grupo de montañas submarinas donde, por lo general, se sabe que los volcanes de puntos calientes son de características lineales.
Sin duda alguna, este importante hallazgo nos permite conocer un poco más sobre lo tan poco que sabemos de algunas partes de la Tierra, donde incluso la revista Science Alert mediante un artículo detalla que solo el 3% del área ubicado en la reserva donde se encuentra este “camino de ladrillos”, ha sido cartografiada.
B. R. P.