Las cuatro principales industrias de fibras naturales de origen animal en el mundo (alpaca, cachemir, mohair y lana) se unieron en alianza para responder a los grandes desafíos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promover la sostenibilidad, impulsar la aplicación de la tecnología en sus procesos y fortalecer las buenas prácticas en toda la cadena de valor de la producción.
En ese contexto, la Asociación Internacional de la Alpaca-AIA, en alianza con Mohair South Africa (Mohair), The Schneider Group/Wool Connect (Lana) y The Sustainable Fibre Alliance, SFA (Cashmere) organizaron, de manera virtual, la primera edición de Natural Fibre Connect (NFC).
Este evento permitió a todos los involucrados, intercambiar conocimientos, puntos de vista y cooperar para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la ONU.
Según Juan Pepper, presidente de la Asociación Internacional de la Alpaca (AIA), el objetivo principal de esta conferencia internacional fue colaborar y defender a las fibras naturales en el sector textil.
“Tenemos que proteger el futuro de la demanda y oferta de las fibras naturales”, indicó Pepper, tras precisar que solo en el Perú, la industria de la alpaca, a lo largo de toda su cadena de valor involucra a más de 150,000 familias, desde la crianza, transformación, confecciones y artesanía textil.
Alpaca en La Industria
El panorama post-pandemia covid-19, los problemas macroeconómicos como la inflación mundial, y estudios erróneos para evaluar la sostenibilidad de un producto realizados con fuentes secundarias y metodologías inexactas han afectado fuertemente al sector textil de las fibras naturales.
Hace décadas, la calidad de la alpaca se medía por la finura de su fibra o por el porcentaje del contenido de dicha fibra en la prenda; luego aparecieron otros criterios de calidad, como el factor de confort (que la prenda no pique), algunas preferencias por colores naturales, o que la prenda sea liviana.
Cabe resaltar que el nuevo consumidor es más consciente y exigente, lo que conlleva a la sostenibilidad y la trazabilidad del producto como uno de los mayores retos de la industria.
En ese contexto, cierto grupo de expertos señalan que una de las grandes interrogantes sigue siendo que no haya una definición concreta de sostenibilidad, por lo que consideran que aun así es necesario lograr identificar más indicadores y herramientas para medir el bienestar social y la sostenibilidad económica de un producto y su cadena de valor.
Sostenibilidad y Honestidad
Es importante considerar que tener criterios de sostenibilidad unificados ayudará a combatir el «greenwashing» (lavado verde) en el que incurren muchas marcas, pues no basta con tener etiquetas o declaraciones que una prenda es “natural, ecológica o sostenible”, dado que no se puede demostrar la trazabilidad de los insumos que se utilizan.
El uso de la cadena de bloque «Blockchain» es un punto de apoyo a la trazabilidad para el sector; en la actualidad la Web 3.0 puede llevar al consumidor a un viaje por toda la cadena de valor del producto, generar interacción y experiencia sensorial; asimismo, el uso del código QR en cada prenda con acceso al Metaverso permitirá generar una nueva experiencia al consumidor preocupado por el planeta.
La propuesta de NFC es lograr un mundo con más fibras naturales para el 2030, donde prevalezca una comunión entre los productores o criadores y la naturaleza. Estos conocen el momento adecuado de uso de pastos, y la práctica del sistema extensivo de crianza de ganado resulta muchos más ética, pues los animales crecen al aire libre en semi libertad.
Por otro lado, los suelos cumplen su propio rol, por lo que se debe pasar del enfoque de producción al enfoque de la regeneración, que es una de las luchas más importantes contra la desertificación y una herramienta efectiva contra los fenómenos climáticos extremos. La agricultura regenerativa mejora la salud del suelo y del ecosistema.
En aras de acelerar esta transición regenerativa, es necesario el apoyo de los gobiernos a estas políticas, a través de regulaciones e incentivos, así como también es relevante enfocarse en la salud de nuestros suelos como respuesta internacional al cambio climático teniendo a las tierras y los suelos como parte de la solución.
Progreso a Nivel Nacional
La Implementación y certificación de 380 unidades productivas con el Estándar Responsable de la Alpaca (RAS) al 2022, es una de las mejores prácticas en términos de sostenibilidad de la cadena de valor de la alpaca, garantizando el respeto de los criterios de Bienestar Animal, Gestión de Tierras y Bienestar Social en los sistemas de crianza.
Asimismo, en la actualidad se cuenta con la culminación de dos estudios de Análisis del Ciclo de Vida de la Alpaca, desarrollado por la Red de Ciclos de Vida de la PUCP, por encargo de Promperú; el protocolo de Bienestar Animal en Esquila desarrollado por la Universidad Politécnica de Madrid por encargo del Mincetur el 2021, y los estudios de Huella de Carbono y Eutrofización, en proceso de publicación a cargo de universidades peruanas.
Finalmente, el certamen internacional se desarrolló durante tres días, con sesiones en vivo y con la presencia remota de aproximadamente mil invitados a escala mundial entre ellos productores, procesadores, corredores, fabricantes, marcas, ONG y organizaciones gubernamentales involucradas en las industrias de la alpaca, cachemir, mohair y lana; además cabe destacar que se realizaron más de 40 charlas en línea, 5 paneles de discusión y la inclusión de una sala de exhibición virtual.