El nombre de Donald Trump resonó en un tribunal de Atlanta, Georgia, cuando Kenneth Chesebro, exabogado de su campaña, se declaró culpable en una conspiración para alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en el estado. Esta confesión se suma a la de Sydney Powell, otra abogada destacada del expresidente, quien también se declaró culpable en un pacto con la fiscal Fani Willis, comprometiéndose a testificar contra Trump. La defensa del expresidente enfrenta nuevos obstáculos.
Estas inesperadas confesiones precedieron al inicio del juicio contra los acusados y representan un golpe para Trump, ya que implican a su círculo cercano en presuntos intentos de manipular las elecciones y aferrarse al poder. Por un lado, estas confesiones estrechan el cerco contra Trump con testimonios incriminatorios. Por otro, permiten a la fiscal mantener estratégicamente oculta su evidencia, evitando revelarla antes del juicio, que sería un ensayo general para el caso principal contra Trump y otros acusados.
Trump enfrenta 13 cargos, incluyendo violación de leyes de Georgia, conspiración y presión para alterar resultados electorales. El reconocimiento de parte de los acusados de estos hechos es un revés significativo en este caso sensible.
Chesebro, de 62 años, admitió haber coordinado un plan para que 16 republicanos firmaran falsamente un certificado declarando a Trump como ganador de las elecciones en Georgia. Este estado fue clave, ya que Trump perdió por menos de 12,000 votos.
Su confesión lo condenó a cinco años de libertad condicional, multa económica y servicios comunitarios, comprometiéndose a testificar en juicios futuros. Powell, de 68 años, se declaró culpable de seis delitos menores y accedió a testimoniar, evitando la cárcel pero enfrentando una sentencia similar.
Ambos abogados, entre seis conspiradores, están implicados en el caso contra Trump en Washington por la interferencia en las elecciones de 2020. Aunque no se citan directamente en ese caso, sus testimonios podrían perjudicar considerablemente a Trump.
Estas confesiones han revelado fisuras en la estrategia de defensa, aunque otros 16 acusados aún se mantienen firmes en su declaración de no culpabilidad, sin fecha establecida para el juicio. El panorama legal de Trump enfrenta una nueva complejidad con estas confesiones que podrían alterar el rumbo del caso.