El mandatario Pedro Castillo caminó hasta la Fiscalía para brindar su declaración por el caso de los ascensos irregulares en la Policía Nacional del Perú y las Fuerzas Armadas. No obstante, un suceso que llamó la atención para los presentes es que desde su salida del Palacio de Gobierno estuvo acompañado por decenas de efectivos policiales que lo resguardaron en todo momento.
Las zonas aledañas fueron cerradas alrededor de 30 minutos para que transiten tranquilamente Castillo y sus representantes legales, Benji Espinoza y Eduardo Pachas. Esta acción del presidente de no poder caminar solo sin seguridad afectó a pasajeros y trabajadores que, en su mayoría, se dirigían a su centro de labores.
Este suceso descuidó la seguridad ciudadana en Lima, una ciudad que sufre constantemente casos de asaltos y robos en sus calles. Asimismo, generó caos vehicular y molestia en los transeúntes, que estaban desorientados sin saber como llegar a su destino. A su vez, los comerciantes vieron afectadas sus ganancias del día porque tuvieron que cerrar sus negocios por precaución.
En el momento que el jefe de Estado llegó apareció su portátil, lo que reflejaba que ya había sido coordinada su asistencia al Ministerio Público. Minutos después, se acercaron grupos para protestar contra el gobierno de Castillo, lo que provocó más desorden alrededor de la avenida Abancay.
Movilización del presidente Castillo hacia la Fiscalía
Karla Villegas Gonzales
