Centenarios de peruanos, procedentes de las diferentes partes del Perú, se agruparon entre sí en los diferentes puntos de la ciudad capital, para poder regresar hacia sus provincias de origen, debido a que no obtuvieron el bono apoyado por el actual gobierno. Se suman, las pocas oportunidades y facilidades en Lima Más aún, con la aparición de la pandemia del COvid -19, optaron por viajar ‘a la aventura’, con sus pocas pertenencias, sin medicinas ni alimentos, ni un techo, al no tener trabajo ni dinero para sostenerse.
Tras, acabarse los medios económicos y perder sus respectivos trabajos, muchos peruanos procedentes de las diferentes provincias del país, decidieron por regresarse a sus lugares de origen, como es el caso de un grupo de piuranos conformados, por más de 300 personas quienes caminaron por la avenida Javier Prado, para luego poder viajar a la región Piura.
Muchos de ellos, son madres con niños en brazos quieren desean regresar a sus lugares de origen, quienes pidieron apoyo a sus autoridades regionales para poder recibirlos. Sin embargo, no obtuvieron respuesta alguna.
Este grupo de personas, señalaron que el día viernes pernoctaron en una conocida empresa de transporte terrestre, y que ésta le solicitaron las pruebas rápidas. Al no llegar los profesionales del ministerio de salud, decidieron regresarse a pie a esta ciudad norteña.
A esto, los ciudadanos emprendieron la caminata hacia la panamericana norte, acompañados por efectivos policiales, los que esperan llegar hasta el distrito limeño de Ancón para descansar en la noche y luego seguir con la caminata.
No obstante, No tienen dinero ni alimentos ni agua y bajo el incandescente sol deben caminar por más de 1000 kilómetros para llegar hacia su destino final.
Dentro de este grupo, que sobrepasan las 200 personas en la caravana hay un grupo de 42 niños y 4 personas adultas mayores, quienes con muchos esfuerzo continúan el camino.
Otro grupo de peruanos se encontraban cerca, a la autopista Ramiro Prialé, ubicado en la carretera central en donde las fuerzas del orden tuvieron un fuerte enfrentamiento con ellos, provenientes de la sierra central peruana, en donde el asfalto y en medio del frio , acompañados de sus familias integrados con adultos, niños y hasta bebés que duermen con sus maletas desde hace cinco días. Mientras, esperan un medio de transporte para llegar a su destino
De la misma manera, muchos han venido a la ciudad capital para forjarse de un futuro mejor. Sin embargo, fueron despedidos de sus diferentes puestos de trabajo, pasando hambre e incertidumbre, sumándose la cuarentena, decidieron marcharse de Lima y regresar a sus lugares de origen.
Son muchas las familias que desean viajar hacia las diferentes regiones del país, entre ellas figuran Amazonas, San Martin, poblados de la selva central, Cajamarca, y otros.
Por ejemplo, en el trascurso de la semana pasada, un grupo de 1.200 personas marcharon de Lima, a pie hacia diversos pueblos andinos, hasta que el gobierno ordenó llevarlos en autobuses y someterlos a cuarentena a su llegada. Detectaron 47 casos de coronavirus.
Ante esto, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, anunció que coordinará con los gobiernos regionales para trasladar a los pobladores varados en Lima.
“Estamos haciendo las coordinaciones para que a través de los gobiernos regionales y de manera gradual podamos facilitar este traslado a estas regiones”, dijo Vizcarra en conferencia de prensa.
Según el gobernador de la Región San Martín, Pedro Bogarín anunció en una oportunidad que recogería a más de 300 personas, y poder llevarlos en un viaje humanitario; amanecieron en una avenida, cerca de Huaycán, entre niños ancianos y niños con sus padres, durmieron en el asfalto sobre los mantos, en medio de las bajas temperatura de la madrugada. La ayuda nunca llegó
En medio de la pandemia del coronavirus, su estadía se hacía insostenible, no teniendo dinero para vivir y pagar los gastos de alquiler de cuarto, volvieron a pedir a las autoridades apoyo para retornar a su lugar de origen. Por eso, no tuvieron otra opción viajar a pie.
Entretanto, este éxodo por parte de los peruanos procedentes de las diferentes provincias que decidieron viajar desde Lima, vienes a ser exactamente una ‘política de la indiferencia’ por parte del poder ejecutivo y de la sordera humanitaria por parte de los gobiernos regionales y la falta de criterio en cuanto a los derechos fundamentales de la persona, tal como lo señala en la declaración universal de los derechos humanos.
