El congresista Dárwin Espinoza, a solicitud de la Comisión de Ética, fue investigado por la Fiscalía de la Nación al encontrarse indicios de haber manipulado a sus trabajadores con la intención de abrir un nuevo frente político denominado ‘Adelante Áncash’.
Por este motivo, el Ministerio Público autorizó la intervención de sus viviendas para encontrar mayor información y elaborar una denuncia por presunto peculado y uso irregular de los recursos del Congreso. Sin embargo, los técnicos encargados de realizar la inspección, anunciaron que la computadora habría sido aparentemente formateada, ya que no encontraron ningún documento.
Los trabajadores del congresista fueron enviados al establecimiento comercial en Wilson, con el propósito de conseguir un técnico especialista que llenara de virus los archivos y así entorpecer las diligencias fiscales. Hecho que no se generó, ya que según El Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción en el Poder (EFICCOP), el asesor Darwin Ramírez Vargas y el técnico del despacho Kevin Haro Rodríguez, no lograron efectuar la orden del congresista por decisión propia al parecer una actuación sospechosa. Sin embargo, el 30 de mayo de 2024, Darwin Espinoza, tomó nuevas medidas en los que logró eliminar los datos y sustituyó la impresora del despacho.
