La llegada de un bebé causa diferentes emociones en casa, pero a la vez, es una responsabilidad que debe darse desde que nacen. Es por eso que el cuidado de los dientes de un recién nació debe de ser primordial para los padres y no dejarlo en segundo plano.
Desde el nacimiento, se debe cuidar la salud oral de los niños, aunque un bebé no tenga dientes, es recomendable que se limpie con un paño húmedo la encías al terminar de tomar el biberón para poder eliminar la placa bacteriana y la vez evitar que los residuos alimentarios puedan dañar los dientes que están a punto de brotar.
En la mayoría de casos, a los bebés les brota su primer diente a los 4 o 6 meses y es en ese momento los padres deben encargarse de cepillarlos después de cada comida durante el día, de lo contrario pueden sufrir de caries a muy temprana edad. Los más propensos de tener caries, son aquellos bebes que acostumbran a dormirse con el biberón en la boca debido a que no se logra limpiar sus dientes durante un largo periodo de tiempo.
Se recomienda que los niños tengan su propio cepillo de dientes pero tienen que ser más pequeños de los que normalmente utilizan los adultos, con punta redonda para que exista menos posibilidad de dañar sus encía y debe ser cambiado cada dos o tres meses aproximadamente. La doctora Patricia Zubeldia, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental indica que tener precaución ayudará a mantener los dientes de leche sanos y a cualquier indicio de caries debe ser restaurado inmediatamente.
F.G.H
