La familia de Mamerto Salinas Murayari enfrenta una situación desgarradora luego de enterarse que el cuerpo de su ser querido fue donado a una universidad sin su consentimiento. El hombre de 61 años, quien trabajaba como estibador en Pucallpa, falleció el 28 de marzo, pero sus familiares, que residen en Lima, no fueron notificados hasta dos días después, cuando su hija viajó a Pucallpa para reclamar el cuerpo.
Al llegar a la morgue, la hija se encontró con la impactante noticia de que el cuerpo de su padre ya había sido entregado a la Universidad Nacional de Ucayali (UNU) para ser utilizado en investigaciones.
Según la ley, los cadáveres no reclamados son donados a universidades tras 72 horas, pero la familia cuestiona cómo, si el cuerpo fue identificado correctamente, no se les informó con suficiente tiempo para tomar una decisión.
El sobrino de Mamerto, Paulo Caiña Salinas, relató que la noticia de su muerte les llegó a través de las redes sociales, y no fue hasta el lunes por la noche que se comunicaron con la hija del fallecido.
A pesar de la identificación del cuerpo, las autoridades del Ministerio Público explicaron que la donación se realizó dentro del marco legal, pero la familia insiste en que el proceso debe ser revisado.
La familia solicita a las autoridades una revisión de las decisiones tomadas y exige la devolución del cuerpo para poder brindarle un entierro digno. «Pedimos a las autoridades que nos ayuden a recuperar el cuerpo de mi tío, para darle el adiós que merece», concluyó Paulo, visiblemente afectado por la situación.
