¿Cuáles fueron las consecuencias de estatizar la banca?

La estatización de la banca afectó seriamente a las familias peruanas

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales será el 6 de junio del 2021. (Foto: Andina)
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales será el 6 de junio del 2021. (Foto: Andina)

En la entrega 23 de la Colección del Bicentenario: 200 Años de Economía en el Perú, el control de los ahorros en dólares de los ciudadanos y la estatización de la banca preocuparon y afectaron seriamente a las familias peruanas. En este marco, Pedro Castillo, candidato presidencial de Perú Libre, se pronunció, la semana pasada, en contra de la actividad de las cajas municipales y los bancos, dejando dudas sobre el futuro, estabilidad y libertad del sector financiero ante un gobierno suyo.

Este hecho hizo recordar a las fallidas medidas intervencionistas del primer gobierno de Alan García entre 1985 y 1990, que involucraron el mercado cambiario y el sector financiero, y pulverizaron el dinero de los peruanos. Se recuerda que la primera de estas medidas consistió en que los ahorristas solo podían retirar su dinero en intis y a un tipo de cambio menor que el real.

Elmer Cuba, miembro del directorio del Banco Central de Reserva (BCR), explicó al diario ‘Perú21’ que los parámetros para los retiros en dólares cambiaban de forma periódica, pero en general se mantenía la obligación de acceder al dinero a un tipo de cambio menor al real.

El valor oficial del dólar era mucho menor al real porque Alan García buscó evitar la inflación que podía generar por sus medidas populistas, buscó mantener el control del dólar a través de un tipo de cambio subsidiado por el Estado: los llamados dólares del Mercado Único de Cambio (dólar MUC). Y si bien es cierto que este control ya existía desde antes del gobierno aprista, cobró alta relevancia una vez que la hiperinflación generó que el tipo de cambio oficial tuviera una distancia abismal respecto a la cotización del dólar en la calle, es decir, en el mercado real.

La restricción impuesta a los usuarios del sistema financiero afectó directamente a la confianza en el ahorro en las entidades financieras. Este congelamiento del precio oficial del dólar perjudicó notablemente a la clase media, la cual llegó a hacer colas con la esperanza de retirar sus ahorros para así al menos poder asegurar el bienestar de sus familias durante los trágicos años de la hiperinflación.

De esta forma, mientras por un lado se retenía los dólares ahorrados por los peruanos en los bancos y entidades financieras, por el otro se pulverizaba el dinero y la frágil calidad de vida de las familias que retiraban sus dólares bajo un tipo de cambio oficial que abusaba de la necesidad y desesperación de la población.

Sobre la estatización de los bancos en 1987, el expresidente Ala García había prometido que no iba a realizar esta medida. Sin embargo, sucedió luego de que el sector empresarial desacatara la disposición del Gobierno de reinvertir utilidades para estimular el consumo y el empleo. A raíz de esto, y como medida para controlar capitales, el 28 de julio, García planteó ante el Congreso la estatización de la banca.

Al día siguiente, el anuncio ya se había materializado en un decreto supremo que establecía que se intervinieran diez bancos, 17 empresas de seguros y seis financieras. Ante semejante disposición, miles de ahorristas fueron a los bancos para retirar su dinero. El dólar se fue por las nubes.

Las imágenes de aquella época muestran cómo el Gobierno intervino entidades como el BCP o los ya desaparecidos Banco Wiese y Banco Mercantil por medio de las fuerzas policiales.

El golpe contra los ahorros de los peruanos y el sector financiero, no obstante, pudo ser frenado por el Senado, que aplicó modificaciones sobre la norma con el fin de que parte de las acciones de los bancos puedan ser transferidas a los trabajadores para evitar la intervención estatal en beneficio de los ahorristas.

J.A.Z.C