Tras varios siglos de eurocentrismo (tanto en la religión como el arte) se sedimentó la imagen más conocida de Jesús como un hombre de color blanco, barbudo, de cabello largo color castaño claro y ojos azules.
A pesar de ser solo una imagen ya conocida por la mayoría de los cerca de 2000 millones de cristianos en el mundo, se trata de una recreación que debe quizás asemejarse a la realidad. El Jesús histórico, señalan expertos en el tema, muy probablemente era de piel morena, de baja estatura y mantenía el cabello recortado, como todos los judíos de aquella época.
La dificultad para poder saber cómo era Jesús viene desde el mismo origen del cristianismo: el Nuevo Testamento, la parte de la Biblia que cuenta la vida de Jesús, ya que no hace descripción alguna de su aspecto.
“Los evangelios no lo describen de manera física, no detallan si era bajo o alto, fuerte o guapo. Lo único que dicen es su edad, la que bordea los 30 años de edad”, comenta la historiadora de Nueva Zelanda Joan E. Taylor, escritora del nuevo libro What Did Jesus Look Like? (¿Cómo lucía Jesús?) y profesora del Departamento de Teología y Estudios Religiosos de Londres, Reino Unido.
S.H.C.