Según el INEI, más de ocho millones de peruanos estuvieron subempleados en el 2021. En tal sentido, de cada 100 personas, 25 percibieron ingresos menor al sueldo mínimo o trabajaron en menor cantidad de tiempo de lo deseada por no encontrar ofertas laborales.
Christian Sánchez Reyes, exministro de Trabajo y Promoción del Empleo, además de abogado laboralista, explicó en un medio local las causas de este problema y las medidas que se debe tomar para la erradicar esta situación.
¿Por qué generamos poco empleo decente?
Los altos índices de subempleo responden a la baja productividad de nuestra economía, que en el sector privado está conformada en un 99% por micro, pequeñas y medianas empresas, donde la tasa de formalidad es bajísima, detalla Sánchez. “Aunque existe un régimen formal especial para las microempresas, su porcentaje de informalidad laboral sigue siendo de 90%”.
“La manufactura, el comercio, el servicio y la actividad hotelera son actividades que generan mucho empleo en el Perú, pero generan empleo no decente, empleo sin derechos, empleo no formal, trabajadores y trabajadoras fuera de planilla”, explica el especialista.
“Estamos en una situación bastante preocupante, donde tienes a más de la mitad de asalariados en situación de informalidad, y donde tres cuartas partes de los que están en situación de formalidad en la planilla electrónica tienen contratos a plazo fijo, sin estabilidad laboral”, destaca.
“Para tener una idea de cuál es el trabajo que se requiere crear, producir y generar, el criterio de horas trabajadas o el ingreso mínimo referencial son criterios insuficientes, porque no exploran si tienes estabilidad, si tienes contrato a plazo fijo, si tienes acceso a la sindicalización, si estás cubierto por un convenio colectivo, si tienes seguridad social y salud adecuada, o si estás en situación de formalidad”, detalla.
El experto señaló que, para que existan empleos decentes, se debe reforzar el sistema educativo, promover programas de capacitación laboral y prestar atención a los grupos más vulnerables. Asimismo, indicó que para ello se necesita una reforma tributaria que permita que se materialicen estos cambios.
“Hay que hacer un conjunto de políticas coherentes, mejorar el sistema de protección social, hay que formar y capacitar a los recursos humanos. ¿Y cómo se hace? Con impuestos. De los impuestos se financian los grandes programas de formación de los recursos humanos de un país, conducidos por un Ministerio del Trabajo fuerte, con un adecuado financiamiento”, agregó.