COVID-19: Los conflictos sociales se ven agudizados por la pandemia

La llegada de la pandemia mostró las diferencias sociales en el país e incentivó conflictos sociales.

El covid-19 desencadenó conflictos debido a las necesidades requeridas ante la pandemia. (Fuente: Aristegui Noticias)

La llegada del COVID-19 al país sacó a relucir las diferencias y conflictos sociales en el país. Este junio se registraron en total 190 conflictos sociales y según la Defensoría del Pueblo esta cifra se mantiene en el promedio mensual hasta el momento.

Diversos casos que no han sido resueltos terminaron en violentos conflictos como es el caso de Espinar, Cusco y Bretaña, Loreto. La mayoría de reclamos son respecto a temas medioambientales y demandas referidas al COVID-19. Lo que se sabe, es que las últimas manifestaciones ocurridas no se han presentando en los reportes de la Defensoría del Pueblo, causando indignación. 

Ante ello, Rolando Luque quien es el adjunto para la Prevención de Conflictos Sociales de la Defensoría dijo: “Hay que distinguir entre la conflictividad anterior a marzo de este año y las tensiones y demandas vinculadas específicamente a la pandemia. Lo que nosotros hemos detectado en estos meses de estado de emergencia son situaciones de tensión social y demanda que tienen que ver más directamente con la pandemia”.

Referidos a los casos ocurridos en Cusco y Loreto, se pronunció al respecto:  “Somos conscientes de que además de la pandemia debemos gestionar problemáticas que en muchos casos son estructurales, como las que escalaron hace unos días en Espinar, en Cusco, y lo de Bretaña, en Loreto”.

Se sabe que en Cusco y Loreto se encontraban negociando con empresas mineras para llegar a un acuerdo; sin embargo, el COVID-19 llegó al Perú y ello generó que se desataran conflictos. “Estamos elaborando, de manera ampliamente participativa con 128 instituciones del Estado, el sector empresarial, los pueblos indígenas, los sindicatos y la sociedad civil, el Primer Plan Nacional de Acción sobre Empresas y Derechos Humanos”, dijo Walter Martos.

Ante ello el gabinete debe de evitar que los conflictos reportados, que en total son 128 medioambientales, no terminen como los ocurridos en Espinar y Bretaña. Además, porque debido al COVID-19 el disgusto de las personas aumenta y se tiene que tener previsto eso. Pero así mismo, los enfoques a trabajar deben de incluir a las familias afectadas por el COVID-19.

A.M.G.B.