COVID-19: historias de tantos tontos que violaron el estado de emergencia

Jóvenes, adultos, autoridades y hasta un grupo vecinos. Cuatro casos de personas que le faltaron el respeto a un país en su lucha por vencer al coronavirus.

Un alcalde se hizo el muerto en un ataúd para librarse de una multa por saltarse la cuarentena. (Foto: El Comercio)

El largometraje de Los Simpson fue uno de los mas vistos en el 2007. La película cuenta un suceso trágico de Springfield. La contaminación en esta ciudad llega a un punto en que puede ocasionar un desastre mayor; es por este motivo que todos sus ciudadanos coordinan realizar un estricto plan de reciclaje que salve a la ciudad. La mayoría cumple con responsabilidad; sin embargo Homero decide no acatar estas restricciones.

El patriarca de los Simpson vierte sin reparos basura en un lago, lo que ocasiona un problema mayor y como consecuencia la ciudad queda aislada. Esta premisa podría animarnos a ver la cinta, y además nos da un claro ejemplo que muchas veces la realidad puede llegar a superar a la ficción. Algo similar sucede por estos tiempos de pandemia. Por estos días las autoridades sanitarias posiblemente se hayan cansado de advertir que incumplir el distanciamiento social solo provocará la propagación de los casos de coronavirus.

Con la finalidad de impedir que la crisis sanitaria se agrave, los gobiernos de todos los países afectados han dictado una serie de medidas que van desde el confinamiento voluntario hasta el toque de queda. El objetivo es el mismo: vencer al maldito coronavirus. Pero, ¿qué ocurre cuando hay gente que no acata las medidas y agravan la situación? Y no hablamos de personas a las que no les queda otra que salir a trabajar exponiéndose a un posible contagio, hablamos de los otros, los tontos que por diversión mantienen al país en vilo.

UNOS MUCHACHOS
El viernes 22 de mayo, casi a la medianoche, los vecinos de la cuadra 26 de la avenida Costanera, en el distrito de San Miguel, no podían dormir. Un gran ruido provenía de un departamento de los edificios aledaños. Se trataba de una reunión social en pleno confinamiento, en medio del toque de queda. Los protagonistas eran siete jóvenes que –según las autoridades– bebían licor y escuchaban música sin importarles la crisis que atraviesa el país.
Luego de recibir la llamada de los vecinos sanmiguelinos, la Policía llegó al lugar. Para su suerte, tres de los irresponsables lograron escapar. Los cuatro detenidos fueron a parar a la comisaría de la comuna. Ellos han sido sentenciados a 15 meses de pena privativa de libertad suspendida por violar las medidas sanitarias impuestas.


UN ALCALDE SIN VERGÜENZA
“Un alcalde de Perú se hace el muerto en un ataúd para no ser detenido al saltarse el confinamiento”. Así tituló el diario español La Vanguardia un caso particular ocurrido el pasado lunes 18 de mayo en Tantará, un distrito de Huancavelica. El artículo narra la supuesta astucia que tuvo Jaime Urbina, el alcalde del pueblo, para intentar zafarse de las autoridades luego de ser hallado incumpliendo el toque de queda. Una fotografía de la autoridad dentro de un ataúd acompañaba el texto. A partir de aquel día, el nombre del burgomaestre saltó a la fama por tan infeliz acto. Sin embargo, la divertida noticia no resultó del todo cierta, por lo menos no en la parte que lo acusa de hacerse el muerto.


Cuando ya era protagonista de interminables memes, el alcalde implicado salió a aclarar el tema. Contó que aquel lunes por la mañana fue a visitar las instalaciones de una fábrica de ataúdes en su localidad. Invadido por un afán de protagonismo, se acostó en uno de ellos. Fue allí cuando alguien le tomó la fotografía sin pensar que sería usada en su contra. No obstante, la autoridad reconoció que por la noche de ese mismo día sí incumplió el toque de queda y por eso fue intervenido por la Policía. Su excusa era un absurdo: salió a la calle porque se le había antojado “un caldito”.


LOS VECINOS FIESTEROS

A pesar que Piura presenta uno de los escenarios más difíciles en esta crisis, eso no pareció importarles a los vecinos de la urbanización Ignacio Merino, quienes el pasado domingo 10 de mayo salieron a las calles para festejar el Día de la Madre en pleno aislamiento total.

Los videos de aquel día son escandalosos. Al ritmo de un sonido musical estridente, personas mayores bailan pegadas en medio de la pista, mientras otras aplauden desde sus balcones y hasta un animador lanzó los saludos desde una camioneta. Al parecer olvidaron por completo las normas sanitarias. Los muertos a causa del coronavirus no existieron aquel día para los irresponsables vecinos. La Policía tuvo que llegar para poner a la desafortunada fiesta.

UN CONGRESISTA

Otro triste episodio ocurrió el sábado 23 de mayo, en Oxapampa. Un video mostró al congresista Marco Verde, de la bancada de Alianza para el Progreso, celebrando junto a un grupo de amigos. En las imágenes se observa al irresponsable parlamentario, coger las botellas, abrazar a sus amigos e incluso fumar. Es decir, haciendo caso omiso a las recomendaciones del Gobierno y disposiciones de la Organización Mundial de la Salud.

Al menos el legislador ha reconocido su error y ha ofrecido disculpas. Lo hizo el mismo día a través de su cuenta de Twitter, aunque parece que eso no lo salvará de que su caso sea revisado por la Comisión de Ética del Congreso.

Es doloroso que mientras el país se desangra y médicos, policías, militares y más héroes anónimos gastan sus fuerzas a diario para acabar con la pandemia, otros, necios, demuestran su total irresponsabilidad con total desparpajo y falta de empatia.

K.S.C.