Costa Verde es una ‘bomba de tiempo’

Tras el derrumbe ocurrido en la Costa Verde, se ha demostrado la vulnerabilidad de esa zona contra posibles desastres naturales como temblores y terremotos y la falta de reacción de las autoridades para la prevención de posibles hechos trágicos en la capital

En tan solo cuatro meses, nuevamente ocurrió un deslizamiento en uno de los acantilados de la Costa Verde en Barranco. Las geomallas que servían de contención no pudieron con la fuerza de la naturaleza. El hecho, que hubiese podido acabar en una tragedia, afortunadamente no pasó de ser solo un derrumbe.

En horas de la mañana, cuando ningún auto pasaba en la vía de la Costa Verde, cerca de 20 metros cúbicos de acantilado cayeron sobre tres carriles cubriéndolos de tierra y piedras, lo que sería suficiente para cubrir 9 autos.

Los conductores que pasaron luego del desprendimiento se mostraron sorprendidos ante lo ocurrido. Un bañista logró grabar con la cámara de su teléfono el preciso momento del deslizamiento.

El derrumbe ocasionó el cierre del Circuito de Playas con dirección al Callao y en el tramo entre la bajada de Armendáriz y Chorrillos, horas después en la noche, se reportó tráfico pesado pues el tramo hacia Miraflores seguía cerrado.

Según la Municipalidad de Barranco, el accidente no dejó heridos.

La geomalla que cubría parte del acantilado no pudo soportar la caída, ya que esta solo sirve para contener piedras de 10 a 20 centímetros de diámetro que pudiesen caer sobre los vehículos que cruzan la vía.

“Las geomallas son soluciones paliativas, no van al fondo del asunto. Si hubiese un sismo de gran magnitud esto, (el acantilado) se viene abajo”, dijo el alcalde de Lima, Jorge Muñoz.

Para la situación de la Costa Verde no existe alguna solución actual. El pasado 18 de noviembre, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), calificó la Costa Verde como “una zona crítica de muy alto peligro a la ocurrencia de derrumbes, caída de rocas y deslizamientos”.

David Ramos, viceministro de Vivienda y Urbanismo dijo que el INDECI está avanzando con los estudios de los puntos críticos (cerca de 70), ante esto el alcalde Muñoz cuestionó la demora, pues el documento lleva dos meses en ser revisado y aún no se ha planteado nada. Sin embargo, el INDECI no respondió.

Especialistas dicen que se requiere de un estudio profundo para encontrarle una solución definitiva a la situación, puesto que Lima guarda un gran silencio sísmico desde 1746, y en la Costa Verde continúan los proyectos inmobiliarios, construcciones, y de ocasionarse un terremoto con la llegada de un tsunami, la situación sería caótica y se hablaría de grandes pérdidas, no solo económicas sino humanas.

A.E.R.V