Los cirujanos suelen decir que cuando alguien sufre un ataque al corazón el tiempo es vital. El corazón depende de un continuo suministro de oxígeno partiendo desde las arterias coronarias. Si estas se cierran y el suministro se interrumpe, las células musculares del corazón empiezan a destruirse en pocos minutos.
En casos como este, a menos que los cirujanos puedan suavizar ese bloqueo en menos de una hora, más de mil millones de células se pierden de manera irreversible.
Aquellas personas que sobreviven lo hacen a menudo sufriendo una insuficiencia cardíaca que les acompañará para toda su vida. En cinco años posteriores a un ataque, el 50 % de las personas que lo padezcan ya no estarán vivas.
Sanjay Sinha, cardiólogo del hospital Addenbrooke de Cambridge, en Reino Unido mencionó: “Sus corazones se vuelven tan débiles que no pueden mantener un flujo sanguíneo suficiente y simplemente, acaban deteniéndose por completo”.
Pero incluso, en los próximos cinco años, la medicina regenerativa puede proporcionar una nueva y radical alternativa, los llamados parches del corazón.
I.G.V