Las conversaciones de la ONU sobre el clima se dieron por concluidas en Escocia después de un acuerdo global que pretende por lo menos mantener vivas las esperanzas de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados y de esta manera mantener una posibilidad realista de salvar al mundo de un calentamiento global desastroso. Por este motivo, el presidente de dicha conferencia, Alok Sharma, dio un golpe al martillo para dejar en claro que no existían objeciones decisivas por parte de las casi 200 delegaciones nacionales presentes en Glasgow.
Asimismo, el acuerdo es el resultado de casi dos semanas de muchas negaciones en Glasgow, las cuales, tuvieron que prolongarse un día más para equilibrar las exigencias de las naciones vulnerables al clima, las grandes potencias industriales y aquellas en donde el consumo o la exportación de combustibles fósiles es vitar para su desarrollo económico. Al respecto, Sharma dijo que “por favor, no se pregunten qué más pueden buscar, sino que pregunten qué es suficiente”. Además, el objetivo general fijado por el país anfitrión de la conferencia era uno que los defensores del clima y los países vulnerables consideraban demasiado modesto: mantener el alcance del objetivo del Acuerdo de París de 2015, donde se limitaba el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (2,7 Fahrenheit) por encima de los niveles de la preindustrial.
El acuerdo final adoptado por 196 países aplicará el artículo 6 del Acuerdo de París de 2015, en donde se permite a los países cumplir parcialmente sus objetivos climáticos mediante la compra de créditos de compensación que representen la reducción de emisiones de otros. Finalmente, a los críticos les preocupa que la compensación pueda ir demasiado lejos y termine por permitir que los países sigan emitiendo gases que calientan el clima, por ende, algunos desconfían de un acuerdo precipitado.
L.P.C.C.