En este frío invierno seguramente estás buscando la manera de deshacerte de un molesto, persistente y, a veces, debilitante resfriado. Aunque no lo creas, tal vez, añadir yogur a tu lista de remedios, contra este malestar, podría ayudar a que mejores.
«Cuando nos referimos específicamente al yogur, diría que no hay mucha información que indique que el yogur reduce los síntomas de un resfriado», indica Mickey Rubin, vicepresidente de investigación de nutrición de National Dairy Council. Dicho esto, «hay algunos componentes en este lácteo, que en teoría, podrían ser muy beneficiosos».
Por ejemplo, el yogur tiene muchos probióticos, los cuales pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico, de acuerdo a Kristi L. King, nutricionista de Texas Children’s Hospital y portavoz de Academy of Nutrition and Dietetics.
Según estudios, se encontró que los probióticos reducen la duración e incidencia de resfriados; sin embargo, los beneficios específicos solo se pueden atribuir a las cepas reales, las que no necesariamente existen en el yogur regular no suplementado, de acuerdo a Rubin.
De hecho, el yogur convencional contiene actobacilos búlgaros y Streptococcus thermophilus, dos cultivos que son parte esencial del proceso de elaboración de este lácteo y, como tales, se conocen como «cultivos iniciadores». Si bien estas son bacterias beneficiosas, no son necesariamente los mismos probióticos que se han estudiado en ensayos clínicos, según Rubin.
V.O.Y.
