No solo Lambayeque y Arequipa tienen problemas de equipamiento o infraestructura para atender a los recién nacidos. En Lima, los establecimientos del primer nivel de atención tienen problemas que urgen atender, advirtió la Decana del Consejo Regional III del Colegio de Enfermeros del Perú, Elizabeth Alvarado.
Entre las principales funciones de las enfermeras está la de atender al recién nacido y por ello, la decana Elizabeth Alvarado señaló que durante sus visitas a los establecimientos en la capital encontró serias carencias como la falta de agua, de ambientes adecuados, de instrumental quirúrgico, entre otros.
«En Lima también hay problemas, ahora sabemos que en el hospital San Bartolomé faltan incubadoras, pero en los establecimientos del primer nivel o centros materno-infantil existen carencias que deben ser atendidas, he visto un centro de salud sin techo, otro que no tenía agua, otros donde los ambientes no estaban bien delimitados», dijo Alvarado Chávez.
La representante de las enfermeras agregó que a estas carencias se suma la falta de personal. «Hay centros donde una enfermera hace más de una labor, se encarga de las vacunas, del control de crecimiento, hace visitas domiciliarias, y esto ocurre en Lima ».
Por otro lado, indicó que apenas Zulema Tomás asumió su gestión se le solicitó reunirse para apoyar en la gestión territorial, sin ninguna respuesta ni muestra de respeto al gremio de enfermería.
Enfermería y la atención inmediata de neonatos a nivel nacional
Actualmente, es posible salvar la vida de neonatos gracias al equipo responsable de la atención inmediata que está conformado por personal asistencial especializado en cuidados del recién nacido médicos y enfermeras quienes implementan medidas estrictas de asepsia en la colocación de catéteres endovenosos y en la administración de medicación a través de ellos, así como en los procedimientos invasivos.
De otro lado, las condiciones de asepsia en los servicios hospitalarios es clave, mucho más en neonatología; dado que si un neonato se infecta la probabilidad de muerte se incrementa hasta en 10 neonatos. Para ello, se debe dotar de personal capacitado y adecuadamente distribuido y se requiere una enfermera por cada neonato.
Las enfermeras son baluartes en la seguridad del paciente y por ello, se debe hacer esfuerzos en contratar más enfermeras especialistas en neonatología.
