El Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo de cada año, conmemora la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de género y los derechos humanos. Este día tiene sus raíces en los movimientos obreros y de lucha por los derechos civiles del siglo XIX y principios del siglo XX en Europa y América del Norte.
El 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil, que eran llamadas «garment workers» en inglés, en Nueva York, organizaron una huelga para exigir salarios justos y condiciones laborales más humanas. Sin embargo, al momento de alzar la voz, los agentes de la policía las detienen.
En 1908, 15,000 mujeres marcharon por las calles de Nueva York exigiendo mejores condiciones laborales, salarios justos y el derecho al voto. Este evento marcó el inicio de la lucha organizada por los derechos de las mujeres. En 1910, en Copenhague, la Internacional Socialista propuso la idea de establecer un día internacional de la mujer para promover la igualdad de género y los derechos de las trabajadoras. Desde entonces, el 8 de marzo se ha convertido en una fecha emblemática para la celebración de los logros de las mujeres y la lucha por la igualdad.
El Día Internacional de la Mujer se celebra en todo el mundo con actividades que van desde marchas y manifestaciones hasta eventos culturales, conferencias y campañas de sensibilización. Se reconoce como una fecha para reflexionar sobre los logros alcanzados en la lucha por la igualdad de género, pero también como una oportunidad para destacar las desigualdades persistentes y los desafíos que enfrentan las mujeres en la actualidad.
Adicional a ello, este día se utiliza para honrar y reconocer los logros de mujeres inspiradoras en diversos campos, como la política, la ciencia, la cultura, los negocios y el activismo social. Es un recordatorio de la importancia de continuar trabajando hacia una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas, independientemente de su género.
A pesar de los avances destacados en la lucha por la igualdad de género, aún existen desafíos importantes que no deben pasar desapercibido. La violencia de género, la brecha salarial, la falta de representación política, la discriminación racial y en el lugar de trabajo son solo algunos de los problemas que continúan afectando a las mujeres alrededor del mundo. Asimismo, la pandemia de COVID-19 ha exacerbado las desigualdades de género, exponiendo aún más las disparidades en el acceso a la atención médica, el empleo y la seguridad económica.
Hoy por hoy, el 8 de marzo también se utiliza como plataforma para abogar por cambios importantes en políticas y prácticas que promuevan la igualdad de género y empoderen a las mujeres en diferentes ámbitos de sus vidas personales y profesionales.